Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 29 de agosto de 2010

SOBRE UNA RECTIFICACION.

O, por mejor decir, una aclaración.
El pasado viernes les hablaba de la erección -palabra que a Público le hacía mucha gracia, como a los críos les estalla la risa cuando alguien dice caca, o culo, o pis- de una llamada Provincia Eclesiástica Vasca.
Mi amable comunicante Maite C., me pasa una información en la que Mons. Pérez González, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. manifiesta no tener noticia de tal cosa, y lo califica de posible globo sonda.
Vaya aquí esta información para no dar pábulo a invenciones de la ultraizquierda mediática, y mi disculpa por hacer caso a un panfleto como Público, máxime teniendo en cuenta que ningún otro medio informativo lo contaba. Pero vaya también en mi descargo que la política del Vaticano rara vez ha acertado con España desde los tiempos del Emperador Carlos.
Por cierto, y también por gentileza de Maite C., un enlace a vídeos sumamente interesantes sobre lo que es y lo que no es un matrimonio:
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http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=10567
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SOBRE A QUIEN SE VOTA SI NO HAY PARTIDOS.

En una entrada ya antigua, dedicada a LA EXPANSION DE LA EXTREMA DERECHA, que preocupaba profundamente a los señores de Público, ha dejado un señor que se firma Antonio el siguiente comentario:
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Y si algún día la extrema derecha gana las elecciones en España, ¿volverán a convocarse elecciones generales?. Tengo mis dudas, porque ven a la democracia liberal como un desastre. Y recuerdo lo que decía Blas Piñar :"Si ganamos las elecciones ilegalizaremos todos los partidos, incluido el nuestro". Si no hay partidos políticos, ¿a quien se vota?
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Agradezco el comentario y la pregunta, porque me da pie a decir un par de cosas. Pero antes, amigo Antonio, quede claro que mi comentario iba destinado a poner de manifiesto cómo los que se dicen demócratas no son capaces de respetar la voluntad del pueblo cuando vota algo diferente a lo que ellos quieren.
Si gana la extrema derecha seguirá todo exactamente igual, porque la extrema derecha es el PP. Si gana la que ahora se podría englobar bajo el nombre de derecha nacional, y lo hiciera con mayoría suficiente, probablemente -es sólo mi opinión- se reformaría la Constitución en el sentido que se considerase necesario, y siguiendo los pasos que la propia Constitución marca; es decir, de manera absolutamente legal, tal y como marca el Título X. Imagino que ningún demócrata tendrá nada que oponer a que se aplique la Ley y a que el pueblo elija.
Y si ganara el Nacionalsindicalismo -que no tiene nada que ver con la derecha, ni extrema ni mediopensionista-, se seguirían celebrando elecciones generales. Solo que sin partidos ni políticos profesionales. El ciudadano votaría a quien prefiriese, no a quien le ordenase votar un señor Rajoy o un señor Rodríguez. Votaría al conciudadano que le mereciese confianza, que más se acercase a su propio pensamiento, que es la manera de que no se establezca el pensamiento único por conchaveo partitocrático.
El ciudadano elegiría por democracia directa, sin intermediarios interesados. Tendría un representante propio, elegido sin que nadie se lo imponga. Votaría a quien quisiera, de uno en uno, no a una lista de la que nadie sabe quienes son los candidatos más allá del tercer o cuarto puesto.
¿Hay algo de malo en dejar que el pueblo vote libre y directamente, y elija a quien le parezca mejor?

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