Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 27 de agosto de 2009

SOBRE LOS EFECTOS DE LA CRISIS.

Que se han hecho patentes en el paseo playero de doña María Teresa Fernández de la Vega por la playa de Vilanova y la Geltrú (Barcelona), ejecutando un floreado bikini, debidamente protegido, como no podía ser menos, por los afortunados escoltas a los que haya correspondido el honor.
Perdonen la disgresión: los efectos de la crisis a que me refiero en el titular, es la presencia de un tiburón en esas mismas aguas, probablemente atraído por la falta de mejor ágape mar adentro.
¡Pobre bicho!
(El escualo, quiero decir)

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