Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 17 de abril de 2009

SOBRE LA RESPUESTA A CORBACHO.

Ministro -dicen- de paro y cayuqueo, que ha afirmado que el mandamás del Banco de España, Fernández Ordóñez, se equivoca, y que aquí hay pensiones garantizadas para todos y para largo.
En vista de las dotes proféticas del señor Corbacho, recomiendo a los jubilados que se vayan haciendo de trabuco, naranjero o, cuando menos, cachorrillo, para ejercer el oficio de salteador, que será lo que les quede.
En cuanto a la recomendación del susodicho señor Fernández Ordóñez, me permito remitirles a este enlace.

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