Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 8 de junio de 2014

SOBRE LAS NUEVAS INDUSTRIAS EUROPEAS.

Que son, ni más ni menos, la prostitución y el tráfico de drogas.

Que no; que esto que digo no es una salida de pata de banco porque esté cabreado por algo. Que lo dice El País, y en las páginas de economía: El PIB entra en el burdel.

Y además, por la puerta grande: “Hay un reglamento de la Unión Europea (UE) por el que una parte de la economía ilegal —prostitución, tráfico de drogas y contrabando— tiene que estar incluida en el cálculo del PIB antes de 2016”, explican desde el INE.

Las preguntas que hace el INE a los empresarios del sector del alterne son para desjarretarse de risa; pero no quiero cansarles copiándolas. Véanlas en el enlace si gustan.

Ya hace muchos años, mi camarada Eloy y este su servidor escribimos un libro que, evidentemente, no se publicó. En él reuníamos los artículos que habíamos ido publicando en el Escaño Nacional de El Alcázar, pero para el libro lo ampliamos y lo transformamos en diálogos. En uno de ellos comentamos unas propuestas de las Juventudes Socialistas, que reclamaban -además de aborto libre y pagado por los demás, y drogas libérrimas, que son sus razones de existir- la legalización de la prostitución. Aquello ocurría en 1982 ó 1983, pero está visto que el socialismo no para y que se extiende a la derecha liberal, centrista, mierdosa... En fin, a todos aquellos para quienes -Rafael García Serrano lo dijo- la libertad siempre acaba en el culo.

Bueno, ahí les dejo lo que Eloy yo escribimos entonces:

****************
(...)

-Es esa que habla de incluir a las prostitutas, después de legalizar su actividad, en la Seguridad Social. 
-Conque en la Seguridad Social ¿eh? ¿Y también tendremos que pagar esos servicios obligatoriamente, aunque no los utilicemos? 
-No lo sé, porque esa actividad habrá que regularla convenientemente. De momento, no aclaran si se refieren a las que trabajan por cuenta propia o ajena 
-¿Y qué importa eso a la hora de incluirlas en la Seguridad Social? 
-Imagino que será diferente el trámite a realizar según se trate de trabajadoras por cuenta propia o ajena. En el primer caso, me parece que les correspondería a las beneficiarias pagar las cuotas correspondientes; en tanto que en el segundo, la mayor parte de las mismas correrían a cargo del empresario, cuyas funciones también habrá que regular. 
-¿El empresario? 
-Lo que en oprobiosos tiempos se llamaba chulo, vamos. 
-!Ah, claro! 
-Además, proponen que tales trabajadoras puedan cobrar el seguro de desempleo. 
-¿Cómo averiguar fidedignamente si una de estas señoras se encuentra en paro? 
-Quizá piensen adaptarles un contador, al estilo de los taxímetros; o tendrán que llevar un registro, al modo de los hoteles, donde ir anotando las entradas y salidas. A lo mejor hasta les imprimen los símbolos correspondientes a su categoría en algún sitio visible. 
-No consigo imaginar qué símbolo será el correspondiente a estos servicios profesionales. 
-Si nos ponemos a deducir, y tenemos en cuenta que a los hoteles le corresponden estrellas; a los restaurantes tenedores; a los talleres mecánicos, la figura de las herramientas; y así, en general, algo relacionado con la profesión o actividad, el símbolo podría ser... 
-Déjalo, que ya me lo supongo. 
-Lo que a mí me gustaría saber es, si se logra demostrar por algún ingenioso sistema que la profesional en cuestión no tiene clientela, qué cuantía alcanzará el seguro de desempleo. Porque estas señoras supongo que tendrán muchos y variados gastos, relacionados con la buena imagen que su oficio requiere. Algo así como gastos de mantenimiento. 
-Pués lo que a mí me preocupa es cómo hallar las cantidades que corresponden a los servicios prestados, y diferenciarlas de los ingresos de distinta procedencia, es decir, cómo distinguir los trabajos remunerados de los puramente voluntarios. 
-Lamento no poder satisfacer tu curiosidad. Yo no tengo experiencia en ese terreno. 
-Creo que esa es la clave de la cuestión del paro ¿no? 
-Bueno, tal vez propongan mas adelante la nacionalización del sector, para someterlo a la vigilancia de los inspectores que oportunamente se designen. 
-Se me ocurre una idea, que les ofrezco gratuitamente. 
-Suéltala. 
-Que se vendan, en establecimientos que se creen al efecto, unos boletos como los de la ORA, a modo de vale. 
-Mejor aún sería algo por el estilo del bonobús. Con instalarle a cada señora de estas una maquinita que vaya picando los bonos, todo arreglado. 
-El problema surgiría a la hora de determinar en qué parte de la anatomía se coloca la maquinita; porque en este asunto si que hay que cuidar con esmero los factores estéticos, y cualquier error de colocación puede fastidiar el paisaje. 
-También podrían establecerse locales en cada barrio, fijando los correspondientes turnos laborales. 
-Buena idea. Bastaría con tomar por modelo los ya establecidos centros de planificación familiar, que en mi modesta opinión ya cumplen funciones muy próximas a las que tendría que llevar a cabo el nuevo servicio público. 
-Nunca mejor dicho lo de servicio público. Y si esos locales no pueden desalojarse, entonces los de la Cruz Roja. 
-Pero,  ¿qué dices? 
-No te escandalices, porque si ese organismo acoge y protege a los chicos de la ETA, poca diferencia habrá si hace lo propio con sus madres. 
-Bien explicado, me has convencido. Pero aún en este caso se plantearía un claro problema, relacionado con la Ley de incompatibilidades. 
-No lo veo. 
-Es que sería dificilísimo adivinar si estas funcionarias trabajan fuera del horario oficial. 
-Llevas razón. Y aunque pudieran hacerse investigaciones de carácter tan íntimo, habría que distinguir si esa actividad fuera del puesto laboral supone un beneficio económico, o es un simple entretenimiento; un hobby. 
-Además, en el caso de que el acto extraprofesional se realizase sin ánimo de lucro, y con la única finalidad de un cierto regocijo, eso podría suponer un deterioro o desgaste de las propiedades del Estado. 
-En fin, todo esto son ganas de calentarse la cabeza sin motivo, porque las Juventudes Socialistas no han solicitado, de momento, la nacionalización de las furcias. 
-Hay que reconocer que sería penoso para ellos que tantas compañeras pasaran a ser propiedad del Estado. Porque el aparato estatal cambia de amo, y figúrate la que se armaría si dentro de unos años este sector estuviera en poder de, por ejemplo, don Manuel Fraga. 
-¿Has dicho compañeras? Ten cuidado, a ver si alguien va a entender que has llamado cosas feas a las militantes socialistas y luego te vienen con las rebajas. 
-¿Eso he dicho? ¡Qué horror! Yo quería dar a entender compañeras de fatigas en la lucha anticapitalista, antiburguesa y antifascista. Ya sabes que las damas que se dedican a ese oficio llevan mucho tiempo combatiendo todo tipo de represiones. 
-Bueno, volviendo a lo que decíamos: que, por lo menos en un principio, la prostitución será una actividad liberal. Lo malo del caso es que entonces tendrán que hacer la correspondiente declaración de Hacienda, y habrán de cobrar el impuesto de tráfico de empresas... 
-Pues se pueden producir situaciones muy graciosas a la hora de, por así decirlo, pasar la factura. 
-Eso puede resultar muy chusco, desde luego. Lo malo vendría a la hora de que un hombre tuviera que explicarse ante su esposa, por la tenencia de una de esas facturas. 
-El problema gravísimo que yo veo, y que consumiría grandes dosis de ingenio para su resolución, es la competencia desleal. ¿Cómo se podrán proteger los intereses de las profesionales, frente a las numerosas aficionadas? 
-Quizá se piense perseguir el intrusismo. 
-Entonces, ¿tendrá el presunto cliente que pedir el DNI a la señorita que se le aproxime con intenciones laborales, para echar un vistazo al lugar destinado a profesión? 
-Tal vez sí. Pero será mucho mejor que le solicite la licencia fiscal que autorice su negocio. O quizá baste con el carnet del sindicato correspondiente... 
-¿Y qué sucederá con las aficionadas que no perciban honorarios? Porque en rigor, al ser su actividad por amor al arte y sin remuneración, no se puede considerar competencia desleal. 
-Desde luego, es un problema bastante complicado. Pero lo cierto es que el elevado número de señoritas que ofrecen sus prestaciones sentimentales sin contraprestación económica, puede hacer peligrar el negocio de las auténticas profesionales. 
-Las Juventudes Socialistas deben haber encontrado alguna solución, porque para instruir adecuadamente a las futuras industriales del ramo, pretenden que se les imparta formación profesional. 
-Si bien se mira, resulta lógico. Aunque las calculadoras de bolsillo faciliten la tarea, un negocio así requiere ciertos conocimientos de contabilidad a la hora de llevar los libros, extender las facturas y aplicar las tarifas que correspondan a los servicios prestados. 
-Y sobre todo, en el momento de cobrar el ITE. 
-También han de chapurrearse decentemente... 
-¿Has dicho algo de decencia? Me parece una contradicción. 
-Quiero decir que si pretenden abrir consultorio en lugares cercanos a puertos o aeropuertos, tendrán que defenderse algo en idiomas. 
-Yo, no sé por qué, pienso que la formación profesional que se les facilite será eminentemente práctica. El suyo es un oficio nada teórico. 
-¿Y qué condiciones tendrán que reunir los profesores? No te sonrías; estoy seguro de que cuando comente esto con los amigos, mas de uno va a decirme que le interesa el puesto. 
-No creo que sea imprescindible el carnet del PSOE para optar a ese tipo de cargo, pero seguramente habrá que impartir clases de formación del espíritu democrático. 
-¿Para qué? 
-A fin de que las señoritas, mientras ejercen sus funciones, mentalicen a sus clientes recitando textos constitucionales en los momentos oportunos. 
-Pues con la prosa que se gastan esos mamotretos, las clases pueden prolongarse una burrada de tiempo. Sobre todo en los exámenes prácticos. 
-Quizá eso se deje para los últimos años de estudio. Yo conozco a una persona, muy exigente, que con toda seriedad me comentaba que, si sólo se exige la militancia socialista para el profesorado de cursos avanzados, a él quizá le interesaría presentarse para el puesto equivalente a maestro de primera enseñanza. 
-O sea, que a tu amigo le gustaría ir de estrenador, y lo digo así para adaptar el término al lenguaje de la nueva profesión. 
-Mas o menos. Él dice que no le gusta utilizar cosas que han desechado otros. Ya te he dicho que es muy exigente. 
-Dejando a un lado los nuevos puestos de trabajo que se puedan crear en el sector de la enseñanza, a mí me asalta una enorme duda. 
-A ver si puedo disipártela. 
-¿Tu crees que podrá ejercer una puta, llamando a las cosas por su nombre de una vez, si no tiene el correspondiente título? 
-La verdad es que no lo sé, pero me imagino que no llevarán el título colgado del cuello. Podría resultar muy molesto en determinados momentos como, por ejemplo, al entrar o salir del metro o del autobús. 
-Si; además, aún queda gente muy estrecha, que no lo vería con buenos ojos 
-Yo me refería a la estrechez de las salidas... 
-¿Las salidas? 
-De los transportes públicos, digo. 
-¡Ah, claro! No sé en qué estaría yo pensando. 
-Más vale que no le des mas vueltas, porque en esta época del año la risa a mandíbula batiente es muy mala. 
-¿Por qué? 
-Porque te pueden entrar un montón de virus y otras porquerías de esas. 
-¡Pues imagínate entones en otras profesiones! 
-!Ya está! ¡Ya lo tengo! 
-¿El qué? ¿El montón de virus? 
-No, hombre. La razón de que quieran incluir a ciertas profesiones en la Seguridad Social. Ten en cuenta que, como ellos tendrán mucha práctica, lo deben saber bien. 
-¿Que tendrán mucha práctica en coger virus? 
-En cogerlos no sé, porque yo creo que los virus son muy dignos y no se van con cualquiera; pero en hacer lo posible, dejando abiertas determinadas vías de acceso en circunstancias poco favorables para la salud, ya lo creo que tendrán práctica. 
-Por lo que veo, no hay forma de que hablemos hoy en serio. 
-Es que no pueden tomarse en serio estas cosas. ¿Te imaginas la cara de los extranjeros cuando vean que en las guías turísticas les den noticia de este tipo de servicios, señalando la dirección de las mas conocidas profesionales por libre, y de las casas mas afamadas, con su correspondiente número de... 
-¿De qué? 
-Pués de... de los símbolos que marquen su categoría, ya entiendes. 
-Creí que ibas a decir número de teléfono. 
-Eso se da por supuesto. Pero no creo que sea necesario, porque las agencias de viaje ya incluirán estas cosas en su tarifa; y los hoteles, por lo menos los principales, contratarán el número de profesionales que necesiten para dar servicio las veinticuatro horas del día, lo mismo que ahora tienen, por ejemplo, peluquerías. 
-Los peluqueros no trabajan veinticuatro horas seguidas. 
-Pero hay oficios que no tienen horario determinado, y el cliente los puede requerir en cualquier momento. Además, se supone que las trabajadoras se dividirían en varios turnos. 
-Es de esperar, porque trabajar veinticuatro horas al día debe ser agotador, por mucha afición que se tenga. 
-Y además, que no es lo mismo hacer las cosas por gusto que por contrato. 
-De todas formas, supongo que les pagarían horas extra y pluses por nocturnidad. 
-Querrás decir por diurnidad, porque ese oficio es eminentemente nocturno. 
-Tal vez, pero en cuestiones tan personales no se puede generalizar, y hay gustos para todos los colores. 

(...)

*********

Y luego nos llamarán un montón de cosas a los que decimos que han convertido a España en un lupanar, y que el Mercado Común es una casa de putas.

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