Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 25 de septiembre de 2019

SOBRE LOS PROFANADORES.


Los milicianos de Sánchez, travestidos en esta ocasión de jueces del Tribunal Supremo, han cometido la iniquidad que su cargo político exigía.

Aquí, en este enlace, tienen mi opinión al respecto en El Correo de Madrid


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