Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 25 de abril de 2025

SOBRE LAS ELECCIONES.

Y lo escribo así -en plural-, sabiendo que puede desviar la atención, pero seguro de que obedece más a la realidad que si hubiese escrito "la elección."

La elección a que me refiero es la del próximo Papa. Las elecciones -en plural- se da casi por entendido que hablan de las políticas; la de cualquier mindundi que nos robe durante cuatro  o más años, que nos destroce nuestra casa -que es España- y nos la llene de okupas y delincuentes.

Pero quiero referirme a la elección papal de esta forma, porque tengo la sensación de que así la están tratando todos. No solo los medios de manipulación social -vulgo prensa, radio, tv- sino los propios eclesiásticos.

Hasta hoy, 25 de abril, no he oído una sola referencia al Espíritu Santo. La de hoy ha sido del Cardenal Omella, en la segunda entrevista que le hacen en su emisora, la cadena COPE, y que lo ha citado de pasada. En la primera, este Cardenal habló llanamente de votar sucesor, como quien elige presidente de su comunidad de vecinos.

No soy teólogo, pero de mis años mozos -antes de que la actitud política de la institución eclesial española me apartase de las iglesias- recuerdo que se predicaba que en la elección de Papa el Espíritu Santo orientaba a los Cardenales reunidos en cónclave. 

Lo mismo la cosa ha cambiado, y hay una nueva doctrina en la que no se contempla la asistencia del Espíritu Santo a los electores papales. Si es así, pido perdón por mi ignorancia.

Pero teniendo en cuenta cosas como la elección de inmigrantes, transexuales y presos para dar lo que la prensa llama el último adiós a Francisco, y la exaltación -no por la prensa roja, sino por la propia emisora de los Obispos- de la multiculturalidad, de la ecología, del medioambientalismo, de la apertura eclesial a la negociación -que no diálogo- con otras religiones,  el indigenismo antiespañol y la confusión de pobreza con bondad, creo que es muy posible que nadie haga referencias al Espíritu Santo porque saben positivamente que el Espíritu Santo no está presente en la actual Iglesia.


Por tanto, creo que los católicos deberíamos seguir la recomendación del cardenal Müller: ...rezar por que no salga elegido "un Papa hereje" (*).

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(*) Entre paréntesis: la frase es cita literal del "20 Minutos," motivo por el cual no corrijo la ortografía.


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