Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 29 de julio de 2024

SOBRE LO ESPERADO EN VENEZUELA.

Por mucho que la prensa, y alguna radio se asombre por el hecho de que Maduro -el pajarito de Chávez, ya saben- haya vuelto a nombrarse ganador de las elecciones en Venezuela.
Ustedes perdonen si son de opinión distinta, pero creo que el pucherazo era más que evidente. Lo que me extraña a mi es la extrañeza de los que se dicen periodistas, de los que se dicen expertos, de los que se atreven a sentar cátedra en los micrófonos. 
Porque hay que ser muy tonto -o muy sinvergüenza- para creer que de una dictadura comunista -menos mal que estos gilipollas aún no han dicho que Madura es fascista- se sale con unas elecciones siempre amañadas.
De las dictaduras comunistas, ultraizquiedistas, rojas -Zapatero dixit- no se sale con votos. De las dictaduras izquierdistas como Venezuela, o como España, sólo se sale con botas.

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