El Guerra no torero, sino... en fin, ya se lo imaginan.
El Guerra del "¡dales caña, Arfonso!", que ya ni siquiera se lo dicen así sino -lo dice El Plural, tan rojillo, así es que será verdad- citándolo por el apellido.
Y el Guerra va y da caña, que de eso vive desde que "Isidoro" lo enchufó de lengua viperina del PSOE, lo ascendió a Vicepresidente del Gobierno -antecedente digno de doña Teresa-, y lo cualificó de enchufahermanos.
Y va el Guerra y dice que "la derecha gana o pierde sin perder un voto, porque la derecha vota siempre ya sea a un tonto o una escoba".
Lo cual -aunque lo haya dicho el Guerra- es rigurosamente cierto, y ahí están los católicos de Misa y golpe de pecho, votando a los defensores de la Ley de Aborto de Felipe González; ahí están los que se consideran defensores de la unidad de España, votando a quienes tienen como meta apoyarse en los separatistas; ahí tienen a los que se dicen defensores de las víctimas del terrorismo, votando a quienes sólo van a las manifestaciones y actos cuando hay elecciones a la vista.
O sea, que el Guerra tiene razón cuando dice que la derecha vota a quien le pongan, "sea un tonto o una escoba".
Lo que ocurre, es que si alguien tiene por qué callar, es precisamente un socialista que vota a quien le pongan -y le lame las botas y aún otras zonas que por discreto callo-, sea tonto, escoba o zapatero.