Símbolos de la Casa de Rey, de los que han desaparecido la
Cruz de San Andrés -o aspa de Borgoña- y el Yugo y las Flechas.
El cambio -dice La Gaceta- coincide con la exigencia del
diputado de Amaiur Jon Iñarritu, en pregunta al Gobierno formulada el pasado
mes de febrero. El señor Iñarritu -al que desconozco lo suficiente para
definirle, pero que queda claro que es un necio-, cifraba su rebuzno en que
ambos símbolos habían sido oficiales de la -decía el cuatezón- dictadura
franquista.
A esta pregunta el Gobierno -acaso por descuido- respondió
con la verdad: que eran símbolos tradicionales de la monarquía española -y de
España- muy anteriores a la época de Franco, y que hacían referencia a los
Reyes de la Casa de Austria -desde Carlos I a Carlos II- y de los Reyes
Católicos.
Pero a mí, la verdad, me parece bien el cambio. Esta
monarquía -con minúsculas- no es digna de contar entre sus avales históricos
con los Austrias ni con Isabel y Fernando.