Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 10 de febrero de 2010

SOBRE SUBVENCIONES CULINARIAS.

Con el comentario de "inconcebible, si no lo leo en el BOE (ver archivo adjunto), no lo creo", me llega el archivo pdf del BOE de 31 de octubre de 2009, en el que se concede la subvencionceja de unos míseros siete millones de euros (1.164.800.000 Ptas) a una llamada Basque Culinary Center Fundazioa, integrada por -entre otros, y como socios fundadores- Pedro Subijana, Andoni Luis Aduriz, Juan María Arzak, Martín Berasategui, Eneko Atxa, Hilario Arbelaiz y Karlos Arguiñano.
De entrada, uno se pregunta si eso de Basque Culinary Center no será una tasca inglesa, un bar irlandés, un figón escocés... pero no; enseguida se observa que es la poliglotez baska, que a escribir el español con faltas de ortografía -Fundazioa- le llama tener idioma propio. Y el punto cosmopolita mezclando inglés y batúa, tócate las cuerdas vocales.
Espectacular. Como todas esas porquerías de construcciones, descontrucciones -que la partícula de negación es des, por mucho que los papanatas, los necios y los snob la capen- destrucciones, demoliciones y otras varias obnubilaciones que perpetran llamándole cocinar.
En opinión de la ministra Garmendia, "este sector aúna una excelencia técnico-conceptual que se encuentra en el vértice de la pirámide creativa e integra el diseño sensorial y un proceso de elaboración de excelencia en cuanto a los procesos de elaboración basados en la calidad total."
En mi opinión -mucho más modesta- la señora ministra no tiene ni puñetera idea de lo que dice aunque, eso sí, amontona palabras, palabros y palabres con dedicación digna de mejor causa. Porque ¿qué quiere decir lo de "proceso de elaboración de excelencia en cuanto a los procesos de elaboración"?.
No se molesten en buscar traductor de necio a español, que yo mismo se lo aclaro. Quiere decir que los cocineritos baskos son mú progres, subvencionan a ETA, subvencionan al PNV; son los nuevos Picasso o Miró, que pinchan una mierda en un palo y es el no va más del arte culinario para los snob y los gilipollas. Y que a doña Cristina -de indudable ascendencia vascongada o navarra- le place regalar una pasta -nuestra pasta- a sus pinches de guardarropía.
El problema está en que doña Cristina Garmendia Mendizábal es ministra de Ciencia e Innovación. Y como hacer un potaje comestible puede ser considerado un arte, pero difícilmente una ciencia, hay que inventarse no se cuántas cosas sobre que "el proyecto Basque Culinary Center tiene como objetivo ser un referente internacional en la formación e investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento y tecnología en diferentes áreas de las ciencias gastronómicas, así como generar procesos de investigación colaborativa entre Universidades, Centros tecnológicos, empresas y organismos públicos para el desarrollo de una red capaz de generar y transferir conocimiento."
(Dispensen ustedes la redacción -o, mejor dicho, la antiredacción- que es de la cosecha de los curritos de la señora Garmendia, a los que se les debe haber indigestado alguna tapita de esos grandes maestros. O el litro de orujo para trasegarla)
En definitiva, que más parece que los cocineros baskos -los cocineros vascos son otra cosa, y las sociedades gastronómicas dan fe de ello- se dediquen a la búsqueda de la piedra filosofal -acaso la hayan encontrado en este BOE- que a freír pimientos.
O espárragos.

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