Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 7 de diciembre de 2012

SOBRE ENVAINÁRSELA.

Hace sólo dos días que comentaba la nueva Ley de Educación propuesta por el señor Wert -justo aquí debajo lo tienen- y decía: en resumen: que si el señor Wert -o su jefe Rajoy- no se la envainan, que está por ver.

Bien; han bastado 48 horas -con fiesta intercalada-, para que empiecen a envainársela. Vean si no me creen, La Gaceta, y comprobarán que la señora secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, ha asegurado que la reforma educativa propuesta por el Gobierno sólo actuará "en caso extremo y anticonstitucional," y que la nueva ley es "un mecanismo", al entender que las sentencias relativas a la educación en castellano "no se estaban cumpliendo".

Lo que no comprendo, es por qué motivo piensa la señora Gomendio que a esta Ley le van a hacer caso los mismos que llevan años saltándose otras.

Y, sobre todo, por qué razón no se ha aplicado el Código Penal a quienes incumplen las leyes.

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