Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 16 de julio de 2018

SOBRE EL ANIVERSARIO.


El del fallecimiento de mi camarada, maestro y amigo Arturo Robsy.


De su camaradería, generosidad y disposición para arrimar el hombro a cualquier causa que le requiriese, ya di cuenta en este mismo diario, y quien guste podrá verlo si busca cuatro años atrás. De su clarividencia, quien lo desee podrá comprobarla leyendo cualquiera de sus muchos y espléndidos artículos sobre el separatismo catalán, el separatismo basko, el encanallamiento de la sociedad pepe-pesoista, y cualquier otra cosa que tocara, de la que siempre dijo lo más justo, lo más acertado y lo más claro.

Te daba asco esta España embrutecida y emputecida, como solías decir -y díganme si no había y sigue habiendo motivo-, y eras capaz de retratar, con sorna y delicadeza a partes iguales, a los patanes orgullosos de serlo. 

Te echamos de menos, Arturo. Y a veces, hasta te envidiamos la guardia sobre los luceros.



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