Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 3 de enero de 2009

SOBRE LAS ARMAS DE DOÑA TERESA.


Doña Teresa Fernández de la Vega, evidentemente, que no ha tenido mejor cosa que decir en su viaje a India, que la solución contra la violencia es la Ley y la palabra.
Y ha añadido -en frase que El Mundo certifica como textual-: Contra quienes quieren sembrar el odio entre pueblos no hay instrumento más eficiente que el acercamiento y el diálogo entre culturas...
Bien, señora Fernández; ¿y qué arma hay que utilizar contra los que siembran, con las leyes, el odio entre su mismo pueblo?



SOBRE LA SUSCRIPCION DE ARZALLUS.

Suscripción popular que el rebotado ha abierto, al objeto de ayudar a su militante peneuvero, separatista y coceador, condenado a una leve multita de 900 euros por patear los mismísimos genitales de don Antonio Aguirre, del llamado Foro de Ermua.
Lo del cabrón Arzallus es de zoológico, porque si lo que tuviese fuera un irrefrenable impulso de caridad, bien podría soltar los 900 euretes de su bolsillo. Lo que tiene el hideputa, es un acceso de exhibicionismo solidario; y creo que no tanto con el coceador, sino con la actividad.
Vamos, que al Arzallus de los cojones lo que le gustaría es hacer lo que su compadre hizo; y de forma física y real, nada de metafísicamente, porque eso ya lo lleva haciendo muchos años.
En vista de lo cual, y en justa reciprocidad, propongo a quien guste de organziar estos festejos la apertura de una suscripción popular, al objeto de contratar algún futbolista en horas bajas, que proceda a ejercer su oficio y desgonadice -físicamente- al eunuco espiritual Arzallus.

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