Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 7 de enero de 2015

SOBRE LA TOZUDEZ DE LOS HECHOS.

Porque los hechos son como son, son lo que son y no pueden ser otra cosa.

Ayer mismo, la prensa -véase El País- se hacía eco de un manifiesto en el que 50 destacados alemanes dicen no al movimiento islamófobo Pegida

Todos ellos, claro, politicastros, intelectualoides y tocahuevos con o sin graduación. Más del topicazo de siempre: cuando la gente -en este caso los alemanes, pero en cualquier otro sitio sucede igual- dice que está harta de que vengan de fuera a vivir del cuento, a sojuzgar, a intimidar, a amenazar, a imponer, los estereotipejos salen con gritos contra el racismo, la xenofobia, el fascismo y de todos esos fantasmas que la ultraizquierda vende tan bien.

Luego, los hechos -tozudos, cabezotas como ellos solos- dicen su palabra: Doce muertos en un atentado en la revista ‘Charlie Hebdo’ en París.

¿Nos vamos enterando?

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