Que -dice Público- está contra el aborto y lo critica afirmando que la sociedad española se ha vuelto muy súper moderna.
Este señor Fraga, que nunca ha sido muy inteligente aunque sí memoriudo, está empezando a perder lo que tenía: memoria.
Porque decir que el aborto es moderno significa desconoce realidades históricas como el antigüo Egipto, la Esparta envidiable pero salvaje, la Roma clásica. A aquellos siglos nos retrotrae el aborto: a los siglos de la barbarie. Nada extraño, si atendemos a otro espíritu bárbaro -la barbarie asiática y torva que definiera José Antonio- que es el que anima a los giliprogres.
Por otra parte, el señor Fraga se sitúa contra la ley pero defiende que no hay que derogarla.
Postura de la que espero -eso sí, sentado- tomen nota los votantes.
Este señor Fraga, que nunca ha sido muy inteligente aunque sí memoriudo, está empezando a perder lo que tenía: memoria.
Porque decir que el aborto es moderno significa desconoce realidades históricas como el antigüo Egipto, la Esparta envidiable pero salvaje, la Roma clásica. A aquellos siglos nos retrotrae el aborto: a los siglos de la barbarie. Nada extraño, si atendemos a otro espíritu bárbaro -la barbarie asiática y torva que definiera José Antonio- que es el que anima a los giliprogres.
Por otra parte, el señor Fraga se sitúa contra la ley pero defiende que no hay que derogarla.
Postura de la que espero -eso sí, sentado- tomen nota los votantes.