Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 11 de mayo de 2011

SOBRE LAS GALLINAS.

Don Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional, ha declarado -según El Plural- que cuestionar la independencia del Tribunal Constitucional (TC) es "atentar" contra "lo más sagrado que tiene la función jurisdiccional, sea ordinaria o constitucional". "Es algo que pone la carne de gallina a un magistrado", ha añadido.

La humildad de don Pascual es abrumadora, y su inocencia abismal. Porque a estas alturas, ya nadie pone en duda la independencia del Tribunal Constitucional, ni de sus Magistrados, ni de usted, señor Sala. Estamos más que de vuelta.

Así es que, don Pascual, pase al fodo y vaya cacareando.

SOBRE LA VERACIDAD DEL GRAN LIDER.

El señor Rodríguez Zapatero afirmó ayer -dice El Plural-, en el transcurso de un acto electoral en Santander, que su Gobierno no había efectuado ningún recorte social.
De fuentes generalmente bien informadas, aunque en este caso sin confirmar, me llegan noticias de que entre los presentes, los pensionistas que han visto su pensión congelada, los trabajadores que han visto incrementarse la edad de jubilación y los años cotizados, los padres que no han percibido la ridícula ayuda de 2.500 euros, los contribuyentes que han dejado de recibir los famosos 400 euros y algunos animosos ciudadanos más, aplaudieron fervorosamente a su carismático y talantero líder.
Despues, se acercaron al árbol más cercano y levantaron la pata.

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