Don Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional, ha declarado -según El Plural- que cuestionar la independencia del Tribunal Constitucional (TC) es "atentar" contra "lo más sagrado que tiene la función jurisdiccional, sea ordinaria o constitucional". "Es algo que pone la carne de gallina a un magistrado", ha añadido.
La humildad de don Pascual es abrumadora, y su inocencia abismal. Porque a estas alturas, ya nadie pone en duda la independencia del Tribunal Constitucional, ni de sus Magistrados, ni de usted, señor Sala. Estamos más que de vuelta.
Así es que, don Pascual, pase al fodo y vaya cacareando.