Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 1 de abril de 2013

SOBRE LA GUERRA QUE NO TERMINÓ

Hoy, 1º de Abril, se cumple casi exactamente -74 años- los tres cuartos de siglo del día en que "cautivo y desarmado el ejército rojo..." las tropas nacionales terminaron de barrer la basura que se había apoderado de España.

Realmente -y como me recuerda mi camarada Arturo- al cabo de estas décadas más bien parece que hubiera sido al revés, y lo cierto es que, como él apunta, "en el día de hoy las tropas internacionales casi han alcanzado sus últimos objetivos económicos. La independencia ha terminado."

 Somos, hoy, víctimas del capitalismo internacional en lo económico, y del marxismo internacional en lo social. Total, que estamos listos; o deberíamos estarlo, si no fuera porque en peores se ha visto nuestra madre España, y porque cualquiera sabe cuando -mañana, pasado, el otro- volverá a reír la primavera.
 
Así es que, como llamada a la esperanza -y por jorobar, a qué negarlo- aquí les ofrezco un modelo del parte de la Victoria que desconocía hasta recibirlo, y les saludo con el Cara al Sol.
 
 

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