Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 29 de enero de 2009

SOBRE EL TRIBUNAL SODOMITA.

Por lo que se ve, y por mucho que los medios más o menos pepero clericales quieran agarrarse a clavos ardiendo de tiquismiquis jurídicos, los señores, señoras y señoros que constituyen el Tribunal Supremo se han manifestado a favor de la obligatoriedad de esa asignatura, inútilmente llamada Educación para la Ciudadanía.
Asignatura donde no se enseña a los niños a conocer la Constitución, a cumplir la Ley, a conocer sus derechos y respetar los de los demás, y a entender que la libertad de cada uno termina donde empiezan el derecho de los otros.
Asignatura en la que, por el contrario y según los textos preparados para impartirla, lo que se quiere enseñar es que hay que ser lesbiana o maricón, así de claramente dicho. No se enseña que hay que respetar a la persona, aunque sus inclinaciones sean contra natura, sino a probar a ser antinatural.
No se enseña a respetar a la persona -a todas las personas, porque hijos de Dios somos todos- sino a refocilarse en la xenofilia. Y menos aún se enseña eso tan difícil de respetarse a uno mismo, sino que se anima a practicar todas las perversiones posibles. Se anima a la blandenguería de todo calibre, al meapilismo zapateril -que es peor que el clerical, porque es cursi con máster-; al hedonismo y al realganismo. Y todo ello -por lo que la prensa ha ido diciendo, recuérdese aquello de Alí Babá y los cuarenta maricones- con claras intenciones de proselitismo homosexual.
El objetivo es claro: una sociedad alienada y bestializada; embrutecida y emputecida, como gusta decir mi camarada Arturo con más razón que un santo y más acierto que un tirador de primera. Una sociedad sin más horizonte ni aspiración que los tres infinitivos de la segunda conjugación: comer, beber, joder.
Lo que me gustaría saber, es por qué parte se arriman las puñetas del Trubunal Supremo a la educación para la sodomía.

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