Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 5 de noviembre de 2012

SOBRE LA ADVERTENCIA DEL MINISTRO MORENES.

Ministro de Defensa, como acaso sepa algún estudioso de la política actual, que -según Minuto Digital- podría haber advertido “la preocupación del Ejército por lo grave del desafío catalán”.

Aquí hay, evidentemente, un error de concepto, no se si achacable al señor ministro o al periódico: el desafío no es catalán, sino separatista; y no debe olvidarse, porque hacerlo es caer en un separatismo de sentido contrario.

Por lo demás, de lo que debe ser consciente -no el Ejército, sino el ministro que lo administra y el Presidente del Gobierno que lo manda- no es del "desafío", sino de la legalidad vigente y de la legitimidad histórica.

Y sobre todo, debe ser consciente de que el señor Mas se ofrece dispuesto -véase Minuto Digital- a tirar los pies por alto a cualquier precio: “El proceso hacia un estado propio no será detenido por tribunales ni constituciones”

Pues, señor Morenés, señor Rajoy, a buen entendedor con esa afirmación basta: ni tribunales ni constituciones; luego la única solución ante la que el separatismo no se engalla está clara. Y, además, es –artículo 8º- constitucional.

Me gustaría añadir lo que afirmaba el maestro Rafael García Serrano, sobre que la rapidez es una virtud que demuestra seguridad y elegancia; pero temo que ustedes, señores del Gobierno, no lo iban a entender.

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