Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 13 de agosto de 2025

SOBRE LA EMISORA DE LOS OBISPOS.

La emisora de los Obispos -no se hasta qué punto de la Iglesia- lleva una semana atacando a VOX con saña digna de mejor destino. La emisora de los Obispos lleva una semana -pónganle o quítenle un día, no tengo calendario a mano- defendiéndose de lo que consideran un ataque a la Iglesia por el hecho de que VOX no se muestre conforme con que la Institución eclesiástica promueva el Islam. La emisora de los Obispos lleva una semana lanzando todas sus divisiones de manipulación social contra VOX. 

A la emisora de los Obispos le importan tres leches sus oyentes, y le importan cuatro los católicos, y lanzan todo el ímpetu de sus meapilas de guardia a insultar a quienes pensamos que VOX tiene bastante razón en unas cuantas cosas.

A la emisora de los Obispos, parece ser, le ha hecho pupa la referencia del señor Abascal sobre la pederastia eclesiástica y sobre la mano pedigüeña y ocultona de la Conferencia Episcopal.

Por algo será.

La emisora de los Obispos, el periódico de los Obispos y los manipuladores al servicio de los Obispos no dejan pasar un día sin hacer apología de la inmigración ilegal, del Islam -alumnos aventajados, al fin, de aquello de la "alianza de civilizaciones" zapateril y espesa- y de la vulneración de las leyes. Porque las leyes se respetan todas, no cada cual las que le gusten, y lo mismo hay que respetar la Constitución que las leyes que regulan el ingreso al territorio nacional. Para la emisora de los Obispos, en cambio, los "humanos" que tienen derechos, no tienen la obligación de respetar las leyes. 

Un gilipollas todólogo de la cadena de los Obispos ha dicho hoy que a VOX no le gusta el Islam, no le gusta la inmigración, no le gusta la Constitución, no le gusta el Rey, no le gusta la Iglesia, no le gustan los españoles, porque no se prestan a sus deseos, y porque VOX busca el enfrentamiento. Para el todólogo necio -en la web de la COPE podrán tal vez encontrar el nombre del gilipollas, a la hora en que escribo no estaba puesto- es buscar el enfrentamiento todo lo que no sea bajarse los pantalones. Cuestión de costumbres y preferencias, y allá él con su popa. Pero si no fuera imbécil, sabría que las leyes no tienen que gustar para cumplirlas, y que cuando no gustan lo que hay que hacer es modificarlas siguiendo los pasos reglados para ello.

Otro método es, por supuesto, el golpe de Estado. Que no debe ser necesariamente militar, y ahí tienen a su señor Sánchez que está -ellos lo dicen- vulnerando las Leyes y la Constitución sin que se le mueva el tupé. Y sin que la emisora de los Obispos lo denuncie mas que en voz baja, como si pidiera permiso para insinuarlo. 

En fin, la Conferencia Episcopal ya sabe con quien se juega los cuartos, y no parece estar dispuesta a perderlos. Lo que yo espero es que los católicos que se sienten abandonados, ninguneados, vendidos y despreciados por los Obispos, procedan en consecuencia con lo de la "X" en la Declaración de la Renta, cosa que yo -y se lo cuento a título de ejemplo, simple información y no proselitismo- llevo haciendo varios años. Antes marcaba la "X" para joder a los políticos del sistema; desde que los Obispos se lavaron las manos con respecto al Valle de los Caídos y la profanación de la sepultura de Francisco Franco, la "X" se queda desierta, y así seguirá.

Quizá así los Obispos se den cuenta de que sus medios de manipulación social ya no dan más de sí, y los españoles estamos hasta donde no digan dueñas de las lenguas sin manos.

O quizá los católicos ya se hayan convertido, en conjunto, en esas lenguas sin manos, en esos hipócritas que sólo tienen fachada, pura representación sin sustancia. Como se dice ahora, “postureo.”

Cáscara vacía de lo que fue fe creadora de mundos.



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