Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 28 de enero de 2009

SOBRE EL NUEVO PUESTO DE GARZON.

Que -según Hispanidad.com- ha sido designado, en uno de los habituales contubernios, como futuro presidente de la Audiencia Nacional, por acuerdo -naturalmente contra natura- de Rubalcaba y Trillo.
Y ello, despues de que el señor Garzón -no contento con preguntar si había constancia del fallecimiento del Generalísimo Franco- haya puesto en la calle -lo cuenta hoy mismo 20 Minutos- a cuatro procesados por integración y colaboración con organización terrorista, dado que llevan dos años entalegados y sin ser llevados a juicio.
Bien está: ya era hora de que a nadie le cupiese la menor duda sobre la imparcialidad de una Justicia que lleva a los más altos puestos a los jueces socialistas. Y ahí están las listas electorales para no dejarme mentir.

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