Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 5 de enero de 2011

SOBRE CABEZAS Y PIES.

Se trata de esos ocho jugadores de la Real Sociedad de San Sebastián que -dice El Imparcial- han llamado a tomar parte en la manifestación a favor de los derechos de los presos de ETA convocada para el próximo sábado en Bilbao.
Que yo sepa, ningún periodiquito -periodiquín, periodicucho-, de ultraizquierda ha dicho esta rotativa es mía sobre el tema, muy al contrario de los repiqueteos chinchineros regurgitados cuando Sergio Ramos hizo un comentario en no se qué red social y lo finalizo con ¡Arriba España!
Está claro que querer que España esté arriba -lo mismo del ancho mundo que del podio motociclista- es una grave falta, un definitivo delito que puede acabar con la carrera futbolística de un gran jugador, en tanto que apoyar a ETA es un gesto solidario.
Bien; uno entiende que estos individuos, a fuerza de ganarse la vida con los pies, hayan acabado pensando con los mismos. Pero acaso algún fiscal podría utilizar la cabeza para algo más que -sigamos el símil futbolero- echar balones fuera, y concluir que este apoyo bien pudiera constituir delito de colaboración con banda armada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La carrera de Sergio Ramos en el Real Madrid no corre ningún peligro. Eso solo fueron mentiras de los periodistas...y yo me entero ahora por el enlace que has puesto.

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