Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 28 de octubre de 2010

SOBRE EL CALLEJERO.

El de Madrid, que contará en un futuro próximo con una avenida dedicada a Blas de Lezo.
Imagino que ello es posible porque en el ajuntamiento madrileño de Gay-ardón nadie sabe quien fue, y alguien se lo ha podido colar en la lista sin que sospechen que aquél medio hombre repartió estopa por medio mundo -a quien lo hubo menester- en el nombre de España. Precisamente él, vascongado de una pieza, como tantos otros ilustres marinos, capitanes, religiosos, pensadores y artistas.
La noticia me llega a través de España Heróica, blog cuya visita recomiendo y cuyo enlace tienen ustedes en la columna lateral.

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