Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 12 de septiembre de 2018

SOBRE EL OJO CLÍNICO.

El de Perico el Desenterrador, como bien habrán supuesto.

Porque resulta que el señor Presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha conseguido, en menos de cuatro meses, que le dimitan por diversas irregularidades o ilegalidades tres altos cargos, dos Ministros -lo que supone algo así como el diez por ciento del Gobierno-, y una Secretaria de Estado o Directora General, que de ambas formas la define la prensa. Eso sí: por lo menos, don Perico ha elegido sus corruptos con paridad de género.

Uno se pregunta si es que don Perico el Desenterrador elige a sus colaboradores con el tercer ojo, o si es que el pobre sólo tiene este tipo de gente para elegir. Sin que lo uno excluya lo otro.

Seguro que si hubieran desenterrado ya a Franco esto no habría pasado.


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