El muro cuya construcción ha propuesto VOX para la defensa de las fronteras españolas de Ceuta y Melilla.
A mi, VOX no me cae bien, ni creo que sean solución para nada. VOX proviene del cabreo de unos señores del PP que en su día se quedaron sin cargo, y que desde entonces quieren volver a él como sea. Incluso diciendo cosas distintas, en emisoras de radio diferentes, y en días sucesivos, según lo que creen que pueden preferir los oyentes de cada medio. No es hablar por hablar; he oído a don Alejo Vidal Quadras defender unas cosas en Radio Intercontinental un día, y al siguiente otras cosas radicalmente distintas en la COPE.
Todo ello no obsta para que la construcción del muro pueda ser idea acertada, y hasta el advenimiento del paraíso socialista todos los pueblos del mundo han defendido sus fronteras, con los medios que han podido, -entre ellos, los muros- contra las invasiones extranjeras y contra cualquiera que quisiera pasar sin tener derecho a ello. Los paraísos socialistas inventaron una nueva utilidad de los muros, que fue la de impedir salir a los ciudadanos propios, pero ese es otro tema.
Queda, además, un detalle, y es que los muros, por sí mismos, sirven de poco. Para que los muros sean efectivos, hay que defenderlos.
Y para que no me llamen fascista -lo cual me importa tres leches-, racista, xenófobo y todas esas lindezas de los topiqueantes necios, pondré como ejemplo de muro bien defendido esa maravilla que se inventó la izquierda: el muro de Berlín, con sus buenos nidos de ametralladora y sus buenos soldados dentro de ellos.
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