Que, para entendernos sobre seguro y con nuestra madre Academia de testigo, es tanto como decir rústico -que en segunda acepción equivale a tosco- y zafio, que vale por grosero.
Eternos paletos son los gobernantes españoles, al menos desde que el afrancesamiento nos ganó la Guerra de la Independencia, vieja de dos siglos y que aún nos colea. Eternos paletos, asombrados por cualquier boutade -palabro que la Academia, no se por qué, acaso por ese afrancesamirnto antedicho, admite-, boquiabiertos y pasmados ante cualquier cosa extranjera. Lo extranjero es mejor, podría ser su lema.
Eternos paletos, prestos a admitir, aceptar, implorar como damiselas carentes de lo que la señora madre de Boabdil afeaba a su retoño, que nos vengan los extranjeros a meter por la vereda, unas veces bonapartista y mameluca, otras constitucional y fernandina, y en ocasiones famélica y estalinista. O, como ahora, progreta y guarra.
El caso es que lo que digan los extranjeros -cualquiera, sea un corrupto exchorizo mayor de la ONU, sea un terrorista irlandés, sea una desconocida noruega, sea un mierda francés-, tiene patente de corso, y los eternos paletos saltan meneando la cola si cuatro gilipollas foráneos quieren venir un fin de semana a chulearnos.
Por supuesto -aclaro para posibles progres, sociatas, necios en general- me refiero a los seis o siete hideputas que han venido a decirnos que hay que negociar con los asesinos, que hay que darles lo que quieren, y que pelillos a la mar, los muertos al cementerio, los asesinos al Congreso y a los Ayuntamientos, y la vergüenza a tomar por culo.
Y ello, según se ve, con el tancredismo habitual del fantasma Zapatero, incapaz de la mínima gallardía. Incapaz de decirles que no son bienvenidos a España los que insultan a los muertos y aplauden a los asesinos. Que no son bienvenidos los que cohabitan con los cómplices del terrorismo, y que en España tenemos unas leyes, una Policía, unos jueces y unas cárceles perfectamente capaces de dar a ETA la única respuesta posible. ¿Quizá por un inesperado rapto de honradez, que no le ha permitido mentir sabiendo qué clase de leyes, de jueces y de mandos policiales tenemos?
Porque ya sabemos que no tiene capacidad para la humorada de invitarles a comer y exigir que de plato principal les den morcilla.
3 comentarios:
En España es muy habitual justificar algo con el famoso "si se hace en Europa, ¿por qué aquí no?" (espero que a nuestros vecinos no les dé un día por tirarse a un pozo, ¡que si no...!).
¿"HIDEPUTAS"?. No, Rafael. ¡Son putas!.
Se les ha llamado, han venido, han tocado los huevos, han cobrado, se han marchado y nos han dejado la "gonorrea".(Por aquello del vascuence)
Putas, Rafael, putas.
Y además ayer le metimos cuatro roscos al O. de Lyon.
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