Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 7 de agosto de 2011

SOBRE DOS TITULARES.

Porque es que no hace falta ni comentarlos:

Zapatero regresa a Doñana en plena crisis de la deuda.

Los diputados italianos suspenden sus vacaciones para abordar la crisis financiera

2 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Las dos noticias no precisan, efectivamente, comentario alguno. Pero le arrancan a uno una frase mal sonante: ¡Qué irresponsable es el cabrón!

Anónimo dijo...

No es irresponsabilidad en principio, sino falta de seguridad y de honor. ¿Hizo el servicio? ¿Sabe siquiera qué es España, al margen de un mercado mandado por los extranjeros? ¿Y si es una simple enfermedad? ¿Y si sólo es un narcisista (condición primera) ambicioso, condición segunda para ser psicópata? Lo seguro es que ya ha conseguido el objetivo fundamental: pasar a la historia, descabezado y todo. -Arturo.

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