Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 14 de mayo de 2011

SOBRE LA EDUCACION DEL SEÑOR GÓMEZ.

Ignoro la edad de don Tomás Gómez, pero no creo que cuente más años que éste su servidor. Ignoro dónde ha nacido, crecido, vivido, el señor Gómez. Ignoro -aunque no demasiado- la capacidad intelectual del señor Gómez. Ignoro -aunque cada día menos- la capacidad de mentir del señor Gómez.

Lo que no ignoro, en absoluto, es que si el señor Gómez dice -véase Minuto Digital- que estudió EGB, se incorporó al sistema educativo después que yo, que seguí -gracias a Dios- el plan de estudios del 56 ó 58, con Primaria, Ingreso, Bachiller desde los 11 años -1º a 6º-, COU y Universidad.

Y lo que no sólo no ignoro, sino que considero demostrado, es que el señor Gómez miente como bellaco cuando dice que cuando hizo la EGB en este país no había educación pública, porque yo estudié antes de que llegase Felipe González al Gobierno.

Y miente como un bellaco -Rodríguez ha puesto la palabra de moda, y bien le cuadra-, porque yo mismo estudié en colegio público -nacional se llamaba entonces-, en Instituto -público, evidentemente-, todo ello en tiempo de Franco, y en Universidad Pública, en la que entré en 1975, el año en que Franco murió en la cama y de viejo.

Y lo que digo vale, no porque lo diga yo -que ya es bastante, puesto que no soy ni socialista ni gilipollas, condiciones no excluyentes-, sino porque ahí estarán, en los archivos correspondientes, mi ficha del colegio nacional XXV Años de Paz -nombre cambiado por otro que no recuerdo ni me importa al terminar la paz-, del Instituto Ramiro de Maeztu, del Instituto Quevedo, y de la Universidad Complutense, todos ellos de Madrid.

Si el señor Gómez no tiene educación, no es problema de que no la hubiera, sino de que no la quiso tomar, o vivía en Gamusilandia -donde aún pernocta, al parecer-, o era ya el gamberro tramposo que demuestra ser con estas flagrantes mentiras.

Si, señor Gómez: mentiras. Y este necio pasmao y cabrón quiere gobernar en Madrid. ¡Pero si hasta Rodríguez se dio cuenta del percal, y quiso poner a la -Alfonso Guerra dixit- señorita Trini!












1 comentario:

Stop dijo...

Si por "educación pública" se está diciendo que en tiempos de Franco no existía un sistema de enseñanza público financiado por el Estado, este tipo miente completamente y no es el primer socialista que, realmente no sé de donde sacan los datos, explica algo parecido a que con Franco en España la educación era toda privada, los pobres no podían acceder a la universidad y todo este tipo de cosas que aunque yo no he vivido, sé, por experiencias familiares, que es totalmente falso.

Si por "educación pública" se está hablando de algún tipo de asignatura... Entonces he de decir que cuando yo curse la EGB, dicha asignatura, si es que se trata de eso, no existía. Saludos.

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