Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 12 de diciembre de 2010

SOBRE LA INSATISFACCION CONSTITUCIONAL.

Se hacía eco la prensa -véase El Mundo, por ejemplo- de un estudio del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) que muestra la insatisfacción de los ciudadanos españoles con la actual Constitución. Nada menos que un 54% se muestra partidario de reformarla, principalmente en lo tocante a la Justicia y a las Comunidades Autónomas.
Esto significa que más de la mitad de los entrevistados dice claramente que esto va de cráneo. La otra casi mitad, se repartirá entre los que viven del cuento y los que aún no tienen el valor -porque esto es una democracia muy sui generis, y eso también lo declara el 30%- de decir lo que piensa.
Por mi parte, sólo una pregunta: ¿a quien va a votar ese 54% de ciudadanitos? ¿A quien les ofrezca esa reforma en su programa electoral, o al que les haya marcado a fuego su tópico -gaviotita, capullín- en el anca?

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