Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 12 de septiembre de 2010

SOBRE LA DIADA.

Esto es, la celebración masoquista de los separatistas catalanes, que es que hay que ser gilipollas para festejar las carreras en pelo sufridas, y eso nos da clara idea de la catadura moral e intelectual de estos mamarrachos.
El caso es que -como de costumbre- los aldeanos rojoseparatistas se han divertido -dice Minuto Digital y de ello me avisa mi camarada Lobo Ibero- quemando una foto del Rey -cosa que como ya sentenciaron los Tribunales no constituye delito-, una Constitución -cosa que deberíamos hacer todos, no sólo por lo chapucera que es, sino porque no se cumple en nada-, y una Bandera de España.
Lo de la foto del Rey, ya digo, no es delito; es una forma de libertad de expresión. Lo de la Constitución, habida cuenta de que todos han puesto como chupa de dómine al pastor estadounidense que pretendía quemar el Corán, debería dolerles más a los capullos que en ese bodrio tienen su referencia. No es el estilo Nacionalsindicalista el de quemar libros, pero ya nos ocuparemos undía de estos de poner la Constitución del 78 donde le corresponde; es decir, en la Biblioteca del Congreso, en el estante de los errores superados.
Lo de la Bandera pienso, en cambio, que acaso merecería la atención de los señores Fiscales, que de España cobran sueldo, y cuya legislación deben aplicar y defender.
Temo, no obstante, que ninguno se sienta motivado para actuar, lo cual nos faculta para -no dentro de mucho- hacer lo propio con los señores fiscales: esto es quemar sus nombramientos, como patentes prevaricadores que son.
Por supuesto, tampoco espero que el Capitán General de la Región Militar -o como le llamen ahora al puesto-, diga estas estrellas de cuatro puntas son mías, porque esas sólo las usan para pedir a mamaíta Chacón que empapele a un compañero de armas que les ha cantado las verdades a la jeta.
Habrá que tomar nota, que la memoria es débil a veces, y a algunos aún nos inspira respeto el uniforme, no por quienes lo llevan hoy, sino por quienes lo llevaron antaño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Algún día se les acabará el cachondeo a los malditos separatistas...
Parece mentira que la gente no vea que ese tipo de actos son una muestra de la decadencia de nuestro pueblo.

Anónimo dijo...

VISCA CATALUNYA!!!!!!!!!!!

Maite C dijo...

Si,Visca Catalunya,¡¡¡¡ ESPAÑOLA!!!!!

Eso es lo que debe gritar un catalán con sentido común.

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