Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 30 de julio de 2010

SOBRE LA LAUREADA VALLISOLETANA.


La que -dice Público- el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, del PP, se niega a retirar del Escudo de la Ciudad, a la que le fue concedida por Francisco Franco en 1940, por méritos de guerra.
Dice el señor alcalde vallisoletano que lo que va a intentar es que el Ministerio de Defensa modifique la concesión, y "se convierta en "un reconocimiento a la ciudad" por sus buenas relaciones con el Ejército.
El problema, señor León, es que la Cruz Laureada de San Fernando se concede única y exclusivamente por méritos de guerra, hasta el punto de que una buena parte lo son a título póstumo. Para arreglitos y componendas, que les den las que se autoconcedió Bono por la emplumada huída de Irak, y luego tuvo que devolver porque hasta a sus hijos les daba vergüenza.

Por cierto, que los cagurrines de Público hablan de cruz franquista, cuando un simple vistazo en Google demuestra que la condecoración se creó en 1811.

1 comentario:

Old Nick dijo...

¡Y aún esperarán votos!¡Panda de chaqueteros y mierdosos!

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