Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 7 de enero de 2010

Y MAS SOBRE LO DE AYER

Por gentileza de mi camarada y maestro JF, que dibuja como los ángeles, otro regalo de reyes.

1 comentario:

Ramiro Semper dijo...

El impresentable perjuro se huele la tostada.

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