La de Qué! en su edición de papel de hoy, que reza textualmente: la hora de los soldados.
Se refiere, claro está, a los militares que intentarán poner orden en la distribución de la ayuda a Haití tras el terremoto de días pasados, y evitar el bandidaje que ya ha asomado.
Y uno, que duda -creo que con razonable fundamento- de que los periodistas de Qué! hayan leído a Spengler o tengan noticia de él, no puede por menos de regocijarse al ver que, aunque sea a costa de una tragedia, hasta los políticamente correctos acaban viendo la luz, y el pelotón de soldados salta a la palestra en cuanto las circusntancias aprietan.
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