Aniversario -tercero- de la muerte de mi Coronel Luis Tapia Aguirrebengoa.
Fue Luis militar de una pieza, Caballero Legionario respetado y -lo que es más difícil- querido por sus legionarios. Esto no lo dijo nunca él, lógicamente; lo he visto por mis propios ojos en esta telaraña mundial, leyendo lo que sus soldados decían de su Coronel en foros que me trajo Google, y en la necrológica de El Día.
Fue Luis brillante escritor, con palabra acerada como bayoneta y tambien docta y razonada. Las páginas de El Alcázar se honraron cotidianamente con su firma y, andando el tiempo, el honor pasó a EJE, donde compartimos esfuerzo y pasión.
He rebuscado mi recuerdo correspondiente al pasado año, para no repetirme; pero veo que no me queda más remedio que repetirme, porque nada de lo que dije sobra, y nada que pudiera añadir hace falta. Así es que aquí lo tienen, no para salir del paso, sino porque es lo que manda la tabla:
Fue Luis militar de una pieza, Caballero Legionario respetado y -lo que es más difícil- querido por sus legionarios. Esto no lo dijo nunca él, lógicamente; lo he visto por mis propios ojos en esta telaraña mundial, leyendo lo que sus soldados decían de su Coronel en foros que me trajo Google, y en la necrológica de El Día.
Fue Luis brillante escritor, con palabra acerada como bayoneta y tambien docta y razonada. Las páginas de El Alcázar se honraron cotidianamente con su firma y, andando el tiempo, el honor pasó a EJE, donde compartimos esfuerzo y pasión.
He rebuscado mi recuerdo correspondiente al pasado año, para no repetirme; pero veo que no me queda más remedio que repetirme, porque nada de lo que dije sobra, y nada que pudiera añadir hace falta. Así es que aquí lo tienen, no para salir del paso, sino porque es lo que manda la tabla:
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IN MEMORIAM
Luis Tapia Aguirrebengoa.
Hace un tiempo, cotorreando de qué sitios amigos proceden algunos de los visitantes de mi blog, o qué búsqueda les envía a mi diario, vi que alguien había llegado a mi página preguntando al omnipresente google por Luis Tapia Aguirrebengoa.
Tuve la curiosidad de mirar qué resultados había obtenido aquella búsqueda, y así conocí algo que -a fuer de sincero- habría preferido ignorar: Luis Tapia había fallecido el 22 de octubre de 2006, en su querida tierra de Tenerife.
Coincidí con Luis Tapia Aguirrebengoa en aquella hermosa y malograda aventura de Juntas Españolas, allá por los últimos años 80 del pasado siglo. Me falla la memoria para discernir si fue en el local de Cuatro Caminos, o ya en el de María de Molina, pero si recuerdo que fue un sábado, porque el sábado era el día en que se reunía la Junta Nacional, para permitir el viaje de los camaradas que venían de otras provincias. Luis se llevaba en esto -como en tantas cosas- la palma, y probablemente recorrió al servicio de JJ.EE. tantos kilómetros como en su vida militar.
Era Luis Tapia un hombre de mediana estatura, enjuto, pura presencia de esos caballeros españoles que se reconocen a distancia. En su trato surgía de inmediato la hidalguía, la hombría de bien; y también el espíritu acerado del Caballero Legionario, sobrio, riguroso, ni un gesto de menos ni una palabra de más, y la inteligencia siempre aguzada al amor y al servicio de España.
Trabajador infatigable, puso todo su esfuerzo en batir sus queridas islas Canarias en busca de amigos y camaradas que unir a la tarea; consiguió un gran porcentaje de las suscripciones que tuvo EJE, publicación que casi siempre engalanó sus páginas centrales con la firma del Coronel Tapia; y de su mano salió el documento programático de JJ.EE., en el que los demás apenas pusimos una frase porque la prosa -poética y castrense- y la idea -rigurosa y exacta- de nuestro Coronel no necesitaba más.
En una de las páginas donde encontré la noticia de su muerte, algunos de sus antiguos legionarios hablaban de él -a tantos años vista- con el cariño y el respeto que sólo producen los hombres de bien. Como hablamos y pensamos de él todos nosotros, los que lo conocimos ya en la vida civil, aunque militante, en la que siempre nos alentó con su ejemplo.
Más cosas quisiera decir, pero baste con recordarle como el Coronel Legionario, como el Capitán de los Tercios, que del Credo sacaba el avituallamiento para el combate de cada día, y aún le sobraba para municionarnos a todos los demás.
Tu -amigo, camarada, mi Coronel-, ya estás con los mejores. Pero a mí, al saber tu muerte, se me ha quedado para siempre vacío el mejor hueco en las páginas centrales de nuestro común afán.
Luis Tapia Aguirrebengoa, ¡Presente!
3 comentarios:
Descanse en paz.
¡Qué bello es pasar por esta vida y tener la fortuna de encontrarse con figuras como la que nos has dado a conocer!
Dejan una marca indeleble.
Su ánimo nos estimula para siempre y su recuerdo nos matine firmes.
Enhorabuena por haber compartido vivencias con el Coronel Luis Tapia Aguirrebengoa.
¡Presente!
muchas gracias por las palabras aparecidas en su blog sobre mi marido Luis, gracias en nombre de toda la famia. Palabras que ha hecho asomarse lagrimasa de emocion y de recuerdo, esas mismas lagrimas que recorrian el alma de Luis cuando se trataba de España y de la Milicia 8 y de su querida Legion). Esas mismas lagrimas que debe recorrer hoy su ama al ver que están hacindo con su querida España, nuestra querida España.
Dios, patria, Familia, Milicia, palabras que marcaban su divisa, su alma y qye ha transmitido con su vida a toda lafamilia.
Gracias Finita y familia
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