Hace unos días publicaba mi amigo Dr. Brodsky, de El Método Ludovico, la foto de un Bando del alcalde de San Esteban de Gormaz, donde literalmente se lee la intención municipal de contratar 1 peón inmigrante no comunitario.
Mi primera reacción fue acordarme de los padres de la Constitución, y de aquello de la no discriminación por no se cuantas causas; letanía con la que siempre nos amodorran en cuanto osamos solicitar respetuosamente que los que exigen sus derechos humanos se comporten como tales; es decir, como humanos.
Pero héte aquí que luego, pasado el primer acceso de intenciones vitriólicas, recurrí a nuestra bienamada Constitución para comentarle -con documentación- a don Millán Miguel Román, alcalde -del PP- de la citada población, lo feo que estaba menospreciar a las personas en función de su lugar de nacimiento.
Mi primera reacción fue acordarme de los padres de la Constitución, y de aquello de la no discriminación por no se cuantas causas; letanía con la que siempre nos amodorran en cuanto osamos solicitar respetuosamente que los que exigen sus derechos humanos se comporten como tales; es decir, como humanos.
Pero héte aquí que luego, pasado el primer acceso de intenciones vitriólicas, recurrí a nuestra bienamada Constitución para comentarle -con documentación- a don Millán Miguel Román, alcalde -del PP- de la citada población, lo feo que estaba menospreciar a las personas en función de su lugar de nacimiento.
Y el artículo 14 dice:
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Esto es: que el señor alcalde citado no comete ninguna discriminación cuando, con la Constitución -como Riego- en la mano, exige la condición de inmigrante para la contratación, porque los unicos que son iguales ante la ley son los españoles.
A los extranjeros, según se ve, se les puede tratar mejor, agasajar, favorecer, colocar y enchufar sin que los españolitos constitucionales tengamos derecho a quejarnos.
Todo lo cual, evidentemente, nos tenemos merecido por ser españolitos constitucionales.
2 comentarios:
Como diría Luis Sanchez Polak:
Muy agudo, muy agudo.
Habrá pues que reformar ese articulo de la constitución para que diga:
"Los residentes en España son iguales ante la ley..."
¡Certera estocada, vive Dios!
y digo yo, que si piden un peón inmigrante y no comunitario... ¿será porque son más trabajadores? ¿más baratos? ¿o porque es más políticamente correcto?
¡La duda me corroe!
Saludos y ¡Arriba España!
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