Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 18 de noviembre de 2008

SOBRE UNA NOTICIA ESPERANZADORA.

Al menos dos presuntos ladrones murieron y nueve resultaron heridos al ser golpeados y azotados por un grupo de ciudadanos (...) cuando fueron sorprendidos 'in fraganti' atracando a un matrimonio.
La pena es que esto ha ocurrido en La Paz, aunque nos queda la esperanza de que Rodríguez tome ejemplo de su amigo Evo.

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