El Plan de acción contra los delitos de odio que ha puesto en marcha el Gobierno, y ha presentado hoy mismo el señor Grande-Marlaska, Ministro del Interior, y que -véase 20 Minutos- se propone combatir la discriminación y las expresiones de odio contra colectivos vulnerables por motivos de su origen nacional o étnico, sexo o género, ideología, identidad sexual, religión, capacidades intelectuales o físicas y situación socioeconómica, entre otras razones.
Ha añadido el señor Ministro:
En los últimos años estamos viendo cómo avances en derechos que creíamos consolidados se están poniendo en cuestión y prolifera el discurso del odio hacia quienes no encajan en un modelo de sociedad monocolor y sectario que algunos pretenden imponer.
¡Ya era hora!. Si, señor Ministro, ya era hora de que alguien se preocupara de combatir la discriminación y las expresiones de odio con que somos agasajados los españoles, los blancos, los hombres heterosexuales, los católicos, y los que nos ganamos el pan con nuestro trabajo.
Y por supuesto, ya era hora de que dejara de proliferar el odio hacia quienes no encajamos en un modelo de sociedad monocolor y sectario, como el que pretenden imponer los maricones -doña Dolores Delgado dixit-, las lesbianas, los xenófilos, los ateos rabiosos, los vagos y, especialmente, los mentirosos de oficio, los guerracivilistas, y los traidores que venden la unidad de España por unos meses en La Moncloa.
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