Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 7 de septiembre de 2015

SOBRE LAS PRIORIDADES DE DOÑA MANUELA.


Doña Manuela Carmena, alcalda de Madrid. (Si: ya se que el femenino de alcalde es alcaldesa; pero lo digo así por si a los progres les resulta machista un término que, hasta no hace mucho, se utilizaba para designar a la consorte del alcalde, y se me cabrea doña Manuela y su portavoza o similar, exhibicionista y nepótica.)

Bien, a lo que iba. Se podría pensar que las prioridades de doña Manuela y su equipo eran los comedores para niños pobres -vamos, lo de aquél Auxilio Social de la postguerra, que ya en los años 50 dejó de ser necesario pero que ahora vuelve a ser urgente-; pero eso ya dijo que no le daba tiempo para este año y los niños que se muerdan el codo hasta el próximo verano. 

Que su prioridad era la limpieza de la mugrienta ciudad que gobiernan; pero a eso le ha dado respuesta con una limpieza a fondo por Distrito cuando a cada uno le toque. También podría mandar inspectores a comprobar si las empresas que tienen concedido el contrato de limpieza en Madrid lo cumplen, y en caso contrario fundirlas a multas; o si el contrato era el adecuado, y en caso contrario llevar al anterior equipo municipal a los Tribunales, por prevaricación. Pero no: la solución es mandar a cada Distrito una cuadrilla que limpie en unos días la mugre de años, mientras en el resto de la ciudad la suciedad se estratifica y sedimenta.

Que su prioridad podría ser la de poner solución al malestar de la Policía Municipal que -según cuenta la prensa- anda por las nubes; pero para tal menester se conforma con tener un policía de Podemos, a modo de comisario político. Cosa -no nos engañemos- común a todos los partidos.

La prioridad de doña Manuela y su equipo de desgobierno municipal, es la de defender a los maleantes de sus propios policías; la de regalarle a sus mariachis y saltimbanquis los edificios municipales que hemos pagado entre todos los residentes en Madrid; y ahora, en un alarde de progresismo, la de -véase La Gaceta- incentivar y normalizar la desnudez en lugares públicos que dependen del consistorio, para lo cual el Centro Deportivo Municipal de Casa de Campo ha puesto carteles a lo largo de toda la instalación con el siguiente aviso: "Con motivo de la celebración del 'Día del Bañador Opcional', que tendrá lugar el próximo 6 de septiembre de 2015, en este centro deportivo, los usuarios de las piscinas de verano que lo deseen, podrán acceder y usar las mismas sin traje de baño (desnudos/as)".

Hace bien en especificar que sin traje de baño quiere decir desnudos/as, porque lo mismo muchos de sus seguidores no se hubieran enterado de no decirlo clarito. Y no es que les esté llamando tontos -que si, también- sino que alguna diferencia ha de haber entre los que siguen sin ropa en la copa de los árboles, y los que descendemos de los que -hace muchos miles de años- bajaron del árbol y fueron tocados por el dedo de Dios para convertir el cuerpo de mono en ser humano.

De todas formas, no se podrá decir que doña Manuela nos engaña. Con este aviso nos indica claramente cómo nos van a dejar. En pelotas.

2 comentarios:

Saturnino José dijo...

Ay, don Rafael, como usted bien sabe (no crea que no capté la ironía), alcalde es un epiceno y se usa igual para cualquier género. Pero vaya usted a intentar explicarles que la mujer que ocupa la alcaldía es la alcalde, exactamente igual que los hombres. Mire por donde, para una cosa que apoya la igualdad, quieren cambiarla. Tenga cuidado al decírselo, que le tildarán de machista y, tal vez, de asesino, porque ya se sabe que todos los hombres somos iguales y si uno mata a una mujer todos somos culpables.

Rafael C. Estremera dijo...

Pues, la verdad, no me acordaba de esto del epiceno, que ahora recuerdo haber estudiado en su día. Y si yo no me acordaba, estoy seguro de que estos mamarrachos no tienen ni idea.

Pero es igual. No se les puede decir, no sólo porque acusen de todo lo imaginable y lo inimaginable, sino porque no lo entenderían. El lenguaje razonablemente correcto es algo demasiado difícil para su cortedad.

Un saludo.

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