Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

SOBRE LA ACUMULACION DE BASURA - rectificación.

Rectificación, no porque haya cambiado de idea, sino porque no me he explicado bien. Pudiera parecer que pido que sean los soldados quienes retiren las basuras de las calles, cuando nada más lejos de mi intención.

A lo que me refiero es a que -lo mismo que cuando Zapatero militarizó a los controladores aéreos, estos quedaron bajo la autoridad militar y la máxima autoridad en las torres de control era un capitán, un teniente o un sargento, en el caso de las huelgas salvajes de basureros, bastaría con un soldado -y hasta un recluta- para supervisar que los maleantes -mucho más maleantes que los controladores- doblasen el lomo de la forma debida para paliar el desaguisado que han provocado.

Quede dicho para evitar malentendidos por la deficiente redacción previa.

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