A mis amigos, camaradas y habituales de este diario cuyo teléfono móvil conozco, les envié ayer -a media tarde, por aquello de los atascos de las ondas- un mensaje breve; algo así como "Feliz salida y entrada de año, y que el 2012 nos traiga salud".
Para mi, que uso el móvil exclusivamente para que me pueda localizar quien quiero que me localice en caso de necesidad, y que huyo del chirimbolo tanto como mi dignidad permite, acertar con todas esas letras ya supone un triunfo. Habrá quien al leer esto se ría -y hará bien- pensando qué tipo de carcamal, homínido paleolítico, anciano australopiteco, no usa el teléfono móvil a todas horas y no tiene callo en los dedos de tocarle las teclas al chisme. Yo también podría reírme -y así mismo haría bien- si esos risueños tecnológicos no hubieran leído a Spengler, a Ortega, a Kant... o -más motivo para la risa, puesto que los tienen más cerca- a Pío Baroja, a Unamuno, a Foxá, a Luys Santamarina, a Ángel Palomino, a Arturo Robsy o a Rafael García Serrano. Pero no va por ahí la cosa.
El caso es que -vuelvo a donde estaba- después de escribir esas breves palabras, no me quedaba gana, ni sitio, para seguir, y explicar que si deseo salud es porque prosperidad a la vista está que no va a haber. Menos aún tenía sitio para desear a mis amigos, a mis camaradas, a mis visitantes habituales o esporádicos, lo que de verdad deseo a todos los españoles, a España y -ya puestos, aunque no se lo merezca- al mundo: un año revolucionario y nacionalsindicalista, que de una santa vez nos traiga el pan, la Patria y la Justicia.
5 comentarios:
Pues eso, Rafael....Salud, camarada,ja,ja,ja
¡Feliz 2012! Esperemos que este año mejoren las cosas.
¡Feliz 2012! y, efectivamente, ojalá al menos el nuevo año nos traiga salud.
¡Me llegó el mensaje pero no sabía de quién era! Felicidades Rafael, salud y revolución.
Feliz 2013 para todos, porque para 2012 sólo nos deseamos salud
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