Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 1 de diciembre de 2011

SOBRE EL PROBLEMA DE LOS ESPAÑOLES.

Que, en declaraciones del señor González Pons "no es Franco, sino el paro."

Pues a mi modesto entender, el problema de los españoles es el paro, sí; pero esto es sólo un síntoma de la enfermedad. El paro es el síntoma -vulgar estornudo- de un sistema canallesco, que considera al hombre como simple mercancía, como mero productor. El paro es el síntoma -los moquitos del nene- de un sistema corrupto, que vive por y para el negocio de la casta política.

Y, por último, el paro es el resultado de que toda una piara de sinvergüenzas, de chulos, de revanchistas, de rencorosos, de desechos humanos, sigan viviendo cojonudamente contra Franco.

Vea usted, señor González Pons, por dónde resulta que el problema de los españoles si tiene que ver con Franco. Porque en suma se trata de elegir entre una vida digna, una sociedad decente, una economía al servicio del bien común, o una vida puerca, una sociedad embrutecida y emputecida, y una economía al servicio del gran capitalismo, enemigo por igual -la actual crisis lo demuestra sin lugar a dudas-, de empresarios y trabajadores.

No hay comentarios:

Publicidad: