Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 25 de agosto de 2011

LO MALO ES DE DERECHAS.

Que no lo digo yo, sino que es el tópico de los que no tienen razones, como el señor Aranda, cineasta octogenario y hormonado, cuyas palabras les comenté ayer.

Resulta que, en respuesta a esa entrada mía, mi camarada Arturo me remitió una respuesta que completa el panorama y, encima, divierte. Y por si fuera poco, habla bien de mí, que ya es el colmo.

Así es que -como cuento su generoso permiso para publicar cuanto de su mano me venga en gana-, aquí se lo dejo. Léan, que lo merece, y deléitense.

* * * * *

Este artículo, Rafael, es muy bueno. El tal Aranda viene a usar el mismo argumento básico que lleva en danza desde antes del 75: lo malo es de derechas. En el Siglo XIX, lo malo era monárquico. He oído a un alcalde -rojo y de aquí- decir que fumar es de derechas. O sea que no ir al cine español es de derechas y, por lo tanto, ir a las películas es de izquierdas, lo que, sin darse cuenta el Aranda, demuestra que casi no hay gente de izquierdas o que la izquierda española, además de ágrafa, es sordiciega, lo que explica el capricho de votar por segunda vez a Zapatero.

Por otro lado nuestra derecha no lo es. La votan los conservadores de todo cariz, pero el PP está manejado por tipos que son liberales y que no hacen más que pregonarlo aunque, luego, en Intereconomía y en su periódico dicen eso de "orgullosos de ser de derechas", aunque acabes de oír la perorata clásica de "menos estado" en alguna de sus tertulias. Lo que pasa es que los liberales -y más los recién convertidos- tampoco tienen ideas desde el escocés Adam S. La S indica siglo pasado, exactamente el XVIII, donde las hazañas liberales fueron las revoluciones americana y la francesa, el intento de instaurar el culto y la persona de la diosa Razón, la enemiga CON LA IGLESIA nuestra y la matanza.

Porque si miramos bien y con un bólígrafo vamos sumando muerto a muerto, el liberalismo ha matado a más que el marxismo: o sea, se ha esforzado. Ha hecho más guerras; ha exterminado a más razas, incluido el pájaro Dodo y a los indios bravos. Fue el liberalismo el que declaró las guerras mundiales y el que procreó, como hijo puterino, al socialismo: entre esos dos el problema está en quién maneja el capital: o el estado o los judios llamados "el mercado" o las finanzas. Y, además, masones, que es otra de las herencias liberales del siglo XVIII. Las sociedades anónimas son un cáncer más peligroso que el marxismo.

Roma, ya ves qué lejos me voy, era capitalista y liberal, y se tragó el mundo, empezando con los vecinos. Tuvo el problema de Cartago, que también era capitalista y liberal, y ya sabemos cómo resolvió el asunto. Y los Escipiones y muchos otros patricios, presuntamente "de izquierdas", se dedicaron a la matanza, como hoy los presidentes de USA y, como ayer, mi querido Napo (que enemigo y todo me sigue pareciendo un genio de primera) y la Reina Victoria con sus conocidos Pitt, Fox y Disraeli, al cual imitó mal Mendizábal.

Y entonces llegó el Aranda y dijo que la DERECHA CARECE DE INTELECTUALES. O sea que los inventores del progreso como leyenda y del progresismo y del plan masónico y todo lo demás, eran de derechas. ¿Contra quiénes combatieron, hasta vencer, los liberales españoles?

En fin, Rafael: muy buen artículo sobre todo porque en Aranda dibujas al clásico español cimarrón que de España no ha aprendido más que las ideas extranjeras que nos dominan.

Un abrazo.

Arturo

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Gracias, Arturo.

Ya se sabe que, según los progres, que son los listos oficiales, la derecha nunca ha dado un intelectual. Y que, por supuesto, a los falangistas ni se les imagina con uso de razón. Ellos, en cambio, son tan listos que no llegan a ver esa explicación tuya, tan clara: que si los que van al cine -a ver sus cacas- son de izquierdas, no llegan ni para pagar al taquillero.

Los liberales, con la monserga del "dejar hacer", me dan la impresión de los centristas, siempre pendientes de mirar a un lado y otro, a ver dónde se tienen que colocar. Y con tanto meneo de pupila, acaban estrábicos, o se estampan contra un poste que viene de frente. El marxismo es una consecuencia lógica del liberalismo; algo así como los inevitables excrementos que siguen a una comilona.

El liberalismo, que es igualmente materialista que el marxismo, no se para en barras a la hora de hacer una guerra por la ampliación de los mercados y de los posibles consumidores. Son los poseedores del capital los que lanzan a los Estados a la guerra, a la mayor gloria de sus acciones.

En fin, que estupenda esta respuesta tuya y que, como no quiero cansarte con mas solicitudes de permisos de publicación, que ya se que los tengo, pues simplemente te digo que mañana lo pondré en el blog, para ilustración de muchos y deleite de todos.

Un abrazo.

Rafael.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vivimos en una sociedad donde para ser considerado intelectual o persona culta hay que lucir una tricolor o saber cantar en público "La Internacional". ¡Luego se creen muy de izquierdas y llegan a ser hasta más capitalistas que la propia derecha!

Anónimo dijo...

MOURIÑO, EL MOISÉS QUE LLEVARÄ AL MADRIDISMO A LA TIERRA PROMETIDA, PASANDO POR ENCIMA DEL IMPERIO DEL ZAFIO FARAÓN PEP GUARDIOLA Y SU BANDA DE ACTORES TITIRITEROS Y PROVOCADORES. TODOS CON VUESTRO LÍDER, AGARRAOS BIEN FUERTE A LAS TABLAS DE LA LEY QUE EL SER SUPERIOR (FLORENTINO) LE HA ENTREGADO, O DE LO CONTRARIO PERECEREIS BAJO LA VERGUENZA DE ADORAR AL PSEUDOMADRIDISMO.

R.M. dijo...

¡HALA MADRID!
¡VIVA ESPAÑA!
Un abrazo, mi general. :)

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