Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 30 de abril de 2011

SOBRE LA EFECTIVIDAD DEL SEÑOR ALCALDE.

Señor Alcalde que, en el caso que me ocupa -a mí y al periódico del que tomo la noticia-, es el de Madrid.
Dice 20 Minutos que El sector del ocio nocturno denuncia que el botellón se ha duplicado en Madrid.
¡Pero, coño, don Alberto! ¿No había usted promulgado una Ordenanza prohibiéndolo? ¡Pues vaya éxito!

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