Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 1 de mayo de 2011

SOBRE LOS CINCO MILLONES.

Cinco millones de parados que no se han alcanzado, de acuerdo con la profecía del señor Ministro de Trabajo, don Valeriano Gómez, que así lo afirmaba según El Mundo hace un par de días.

Cada cosa lo que sea, vaticinar esto -siendo Ministro- el día 28 y publicándose la Encuesta de Población Activa el 29, tampoco es para elevarle a Oráculo de Delfos.

Pero el caso es que el Gobierno ha acertado: ¡No hemos llegado a los cinco millones de parados!. ¡Aleluya!. Nos hemos quedado en 4.910.200 -véase Público- y ello justifica el optimismo que don Valeriano expresaba hace poco, y así lo decía El Imparcial el 1 de abril pasado. Y además, esto sólo es -lo dice Público, tan demócrata y tan progresista- consecuencia del ajuste presupuestario.

Por lo tanto, don Valeriano, su Ministerio, su Gobierno, España toda, es feliz.

¿Que el IPC de abril ha subido hasta el 3,8%, y en este caso no por culpa de la gasolina, el gas, la electricidad, todos ellos lujos innecesarios según se ve, sino por culpa de los alimentos, según dice El País?. ¿Que hay 1.386.000 hogares con todos sus miembros en paro, según Minuto Digital?

Oiga, no moleste, no haga preguntas tontas y no sea fascista: el Gobierno ha acertado y todo va bien.

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