Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 27 de marzo de 2011

SOBRE LA DESFACHATEZ SUMA.

Desfachatez -esto es, desvergüenza- con que El País da voz a -dice- seis antiguos penados de ETA y LCR los cuales, angelitos, que constituyen "una asociación de presos de la dictadura, que se llamará La Comuna, para dar testimonio de lo que pasó. Queremos que se anulen todas las sentencias del Tribunal de Orden Público y las militares", y exigen "... que la Ley de Amnistía deje de ser una ley de punto final para que se pueda juzgar al aparato represivo y judicial franquista. Los crímenes contra la humanidad no prescriben." Esos seis canallas "militaban en ETA VI Asamblea ... y en la trotskista Liga Comunista Revolucionaria, organizaciones que acabarían fusionadas" y fueron amnistiados en 1977. Dado que El País no cuenta los delitos por los que estaban presos, resulta evidente que eran de la suficiente gravedad para que ni siquiera los gilirojos puedan minimizarlos. Por mi parte, estoy de acuerdo en una cosa: en que como los crímenes contra la Humanidad no prescriben, a esos seis criminales no se les aplique la Ley de Amnistía -ellos mismos la repudian- y cumplan íntegra la condena que les llevó a la cárcel, más lo que corresponda por su fuga en 1976. Y a los editores de El País, lo que les deba caer por enaltecimiento del terrorismo.

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