Esa que el Gobierno quiere imponer por Ley para acabar con cualquier tipo de desigualdad, no sea que la madre naturaleza se siga empeñando en que algunos seamos gordos, bajos, calvos, feos y miopes, pongo por caso.
A mi, desde luego, me encantaría que doña Leire Pajín consiguiera, así de sopetón, de un día para otro, hacerme más delgado, darme otros diez centímetros de estatura, devolverme la misma cantidad de pelo que tuve hace veinte años, otorgarme un rostro más agradable, y quitarme el par de dioptrías que me aleja de la corrección oftálmica.
También me encantaría que nadie obligara a un profesor de religión -católica, claro- a retirar de su zona del despacho departamental -véase El Mundo- una cruz y un icono oriental de la Virgen María, que ni siquiera son de su propiedad, sino regalo de unos profesores al Instituto.
Pero temo que no sea así. Temo que la Ley de igualdad de trato sólo sirva para -lo dice Minuto Digital- obligar a los colegios a transigir con el velo islámico, por el efectivo método de quitar cualquier ayuda al centro donde piensen que, si no se puede poner un Crucifijo, tampoco cabe el velo.
A mi, desde luego, me encantaría que doña Leire Pajín consiguiera, así de sopetón, de un día para otro, hacerme más delgado, darme otros diez centímetros de estatura, devolverme la misma cantidad de pelo que tuve hace veinte años, otorgarme un rostro más agradable, y quitarme el par de dioptrías que me aleja de la corrección oftálmica.
También me encantaría que nadie obligara a un profesor de religión -católica, claro- a retirar de su zona del despacho departamental -véase El Mundo- una cruz y un icono oriental de la Virgen María, que ni siquiera son de su propiedad, sino regalo de unos profesores al Instituto.
Pero temo que no sea así. Temo que la Ley de igualdad de trato sólo sirva para -lo dice Minuto Digital- obligar a los colegios a transigir con el velo islámico, por el efectivo método de quitar cualquier ayuda al centro donde piensen que, si no se puede poner un Crucifijo, tampoco cabe el velo.
1 comentario:
Democracia, ¡gran invento! Los muy mamones.
Yo no entro en discusión; esto, es la democracia: asunto que implica a Manuel Chaves; hasta la fecha vicepresidente 3º del Gobierno. A mis hijos les he dejado unas notas, para cuando salga el juicio, si lo hay alguna vez, sepan de lo que va. Asunto José Bono; hijo de falangista -sin duda lo mejor de su currículo- . Este socialista millonario, porque él no socializa su “parné”, según cuentan algunos medios de información, no está nada claro su enriquecimiento. Asunto Juan M. Cornide; empujones a empresas para que el ministerio de Fomento, le adjudique obras millonarias. ¿El ministro no se entera? Asunto “Faisán”; implicación de miembros del Cuerpo Nacional de la Policía, en algo tan gordo, que podría considerarse “Alta Traición”. ¿Hasta qué altura llega la responsabilidad en el ministerio de Interior? Asunto Rollán; secretaría de organización del PSM y “mano izquierda” de Tomás Gómez, secretario general, sentenciada a ocho años de inhabilitación de cargo público, por prevaricación. Asunto “caso Mercasevilla” la junta de Andalucía; la justicia pide explicaciones de subvenciones para las que no había presupuestos. Asunto Melilla; ciudad en la que el PESO, está imputado en un feo caso de compra de votos…
Pero es que en los otros partidos no se hace nada diferente. Por eso digo que, además de los políticos, es el sistema –Democracia- la que por sus puertas deja entrar, sin pedir cualificación, a gentes que su único empeño, es enriquecerse lo antes posible, en muchos casos porque saben que su estancia en establo donde está la vaca, de donde maman, es efímera. Los otros, los listillos, se agarran a la ubre, con el ánimo de no soltarse mientras quede una gota -un euro- en su interior. Este sistema genera corrupción, a granel y embotellada con etiqueta de alta gama.
Ahora, como por arte de magia, parece que todos se ha puesto de acuerdo, a mí me da mucho miedo pues, cuando se ponen de acuerdo, es para subirse el sueldo, aunque parece ser que esta vez, el “consenso” es para reducir las pensiones de los jubilados, que todavía no se han muerto de hambre y de frio; sus pensiones no les da para comer ni para calentarse. ¿Qué van a hacer con ese dinero? Sencillo. Lo utilizaran para limosnear a unos pocos parados, y el resto para entregárselo a los sindicatos. A este atropello se han juntados como las putas en la Casa de Campo, lo más granado de los partidos.
Por cierto ¿sabéis que palabra usan los diputados cuando se acercan a la puerta principal del Congreso? ¡¡¡Ábrete Sésamo!!!
Por Eloy R. Mirayo
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