Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 29 de agosto de 2010

SOBRE A QUIEN SE VOTA SI NO HAY PARTIDOS.

En una entrada ya antigua, dedicada a LA EXPANSION DE LA EXTREMA DERECHA, que preocupaba profundamente a los señores de Público, ha dejado un señor que se firma Antonio el siguiente comentario:
-
Y si algún día la extrema derecha gana las elecciones en España, ¿volverán a convocarse elecciones generales?. Tengo mis dudas, porque ven a la democracia liberal como un desastre. Y recuerdo lo que decía Blas Piñar :"Si ganamos las elecciones ilegalizaremos todos los partidos, incluido el nuestro". Si no hay partidos políticos, ¿a quien se vota?
-
Agradezco el comentario y la pregunta, porque me da pie a decir un par de cosas. Pero antes, amigo Antonio, quede claro que mi comentario iba destinado a poner de manifiesto cómo los que se dicen demócratas no son capaces de respetar la voluntad del pueblo cuando vota algo diferente a lo que ellos quieren.
Si gana la extrema derecha seguirá todo exactamente igual, porque la extrema derecha es el PP. Si gana la que ahora se podría englobar bajo el nombre de derecha nacional, y lo hiciera con mayoría suficiente, probablemente -es sólo mi opinión- se reformaría la Constitución en el sentido que se considerase necesario, y siguiendo los pasos que la propia Constitución marca; es decir, de manera absolutamente legal, tal y como marca el Título X. Imagino que ningún demócrata tendrá nada que oponer a que se aplique la Ley y a que el pueblo elija.
Y si ganara el Nacionalsindicalismo -que no tiene nada que ver con la derecha, ni extrema ni mediopensionista-, se seguirían celebrando elecciones generales. Solo que sin partidos ni políticos profesionales. El ciudadano votaría a quien prefiriese, no a quien le ordenase votar un señor Rajoy o un señor Rodríguez. Votaría al conciudadano que le mereciese confianza, que más se acercase a su propio pensamiento, que es la manera de que no se establezca el pensamiento único por conchaveo partitocrático.
El ciudadano elegiría por democracia directa, sin intermediarios interesados. Tendría un representante propio, elegido sin que nadie se lo imponga. Votaría a quien quisiera, de uno en uno, no a una lista de la que nadie sabe quienes son los candidatos más allá del tercer o cuarto puesto.
¿Hay algo de malo en dejar que el pueblo vote libre y directamente, y elija a quien le parezca mejor?

1 comentario:

Old Nick dijo...

En respuesta a tu pregunta final, amigo Rafael, me temo que SI. Si cada cual votase a quien le inspirase confianza, ¿DE QUE IBAN A VIVIR LOS "PROBETICOS GARRAPATOS Y LADILLAS PROFESIONALES DE LA MAFIA POLÍTICA"?
Mira como sigue vigente la Máxima del Despotismo Ilustrado: "Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo"...
Un cordial saludo.

Publicidad: