Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 12 de noviembre de 2010

SOBRE EL OFICIO DEL SEÑOR LAPORTA.

Que -dice El Imparcial- ha contratado a una actriz porno llamada María Lapiedra para la campaña de su partido separatista.
La señora en cuestión es la que aparece en la foto, metiendo la papeleta por el ojo de la urna en alguna de las cuchipandas separatistas habituales. El Imparcial saca otra foto, más ilustrativa de las cualidades de doña María, pero aquí no la voy a poner porque la individua en cuestión ni siquiera merece la pena.
Y ahora, les propongo un simple ejercicio de lógica: si la señora Lapiedra es lo que la Academia define para quien copula por dinero, y el señor Laporta es su empresario, ¿no corresponderá al señor Laporta el título de proxeneta?

2 comentarios:

Museros dijo...

Un apellido muy apropiado, el de esta "miembra", teniendo en cuenta por dónde se la han pasado tantos...

Anónimo dijo...

Lo más asombroso es que seguro que gana votos con esa tía. ¡Hay que ver como llegan a ser algunos!...

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