Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 23 de octubre de 2010

SOBRE EL BARQUITO DE RUGALCABA.

Conocida es mi poca afición al PP, con el que mantengo diferencias tan irreconciliables como con el PSOE, y al que critico por igual, si bien en menor cantidad porque hace poco mas que tocarse las gaviotas.
Podría entonces pensarse que estaría de acuerdo con el señor Pérez Rubalcaba, que -según La Gaceta- afimó en su primera comparecencia como prtavoz del Gobierno: "Si España es un barco en la tempestad, el Gobierno trabaja en cubierta y el PP duerme en los camarotes."
Pero no no sequivoquemos, porque hay una diferencia; y es que mientras el Gobierno es la tripulación obligada a enfrentar la "tormenta", el PP no tiene en esto mas papel que el de oponerse. Eso, señor RuGALcaba, es la democracia partitocrática: unos gobiernan, y los otros miran. Si quieren que la oposición ayude, váyanse ustedes a casa; si quieren mangonear a su aire, no pidan ayuda al contrario.
O mejor aún, váyanse todos -PSOE y PP- a donde les apetezca, y dejen gobernar a los que saben que, comparados con ustedes -los de ambos partidos- somos cualquiera.

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