Porque esto, desde mayo (14/05 – Minuto Digital: Los sindicatos no quieren una huelga general), más que huelga ha sido juerga. Hasta el extremo de que, también en el mes de mayo (16/05 -- Demotix: Manifestación surrealista en Madrid, exigiendo una “huelga general”), los únicos que no querían hacerla era los sindicatos.
Finalmente se decidieron en junio (15/06 -- El País: UGT y CC OO convocan huelga general para el 29 de septiembre), pero la dejaron para finales de septiembre, no nos fueran a fastidiar las vacaciones. (16/09 – La Gaceta: Toxo preparó la huelga general en un lujoso crucero por el Báltico).
A primeros de septiembre empezaron a mover la cosa (8/09 – El periódico: Los sindicatos calientan la huelga general para evitar un fracaso; 8/09 – Público: Los sindicatos apuestan por “un huelgón” para el día 29; 8/09 – Diario de Burgos: Toxo admite que la huelga general resulta impopular y es una «gran putada»), pese a considerar que era una putada.
Era una putada porque ellos no querían ir contra el Gobierno (9/09 – La Gaceta: Toxo y Méndez, contrariados por los gritos de “¡Zapatero, dimisión!”), sino contra las nubes, que no saben a qué huelen, pero animan el paisaje. O como los artistas (21/09 – El País: Artistas y cantantes como Joaquín Sabina y Miguel Ríos, el actor Juan Diego o los escritores Almudena Grandes y José Manuel Caballero Bonald han firmado un manifiesto de apoyo a la huelga para, explican, alzar la voz “contra los especuladores y sus cómplices”), que firman lo que les echen, y a cuatro pezuñas, aunque no tengan muy claro que las leyes no las hacen los especuladores, sino los gobernantes que permiten campar a sus anchas a los especuladores; esto es, que son sus cómplices.
Porque para los sindicateros, la culpa de todo la tiene cualquiera menos el Gobierno (9/09 – Mi libre opinión: Sobre huelgones y huevones), así es que aunque no sepamos exactamente contra quien van, reúnen unos miles de liberados para instruirles (10/09 – Mano a mano (UGT): Vistalegre a rebosar: ¡Huelga general!), y lograr que haga huelga alguien más que ellos. Se las prometen muy felices (10/09 -- El Imparcial: Méndez vaticina que “más del 70%” de los trabajadores harán huelga), pero por si acaso preparan piquetes (11/09 -- La Razón: Las centrales sindicales preparan piquetes para parar el país), y tratan de animar hasta a los abuelos (16/09 – El Mundo: UGT exhorta a los abuelos a que no cuiden de sus nietos el 29-S).
Por último, se anuncia que la huelga será un exitazo, en el que participarán por lo menos la mitad de los socialistas (25/09 – El Plural: Un 50% de los votantes socialistas respalda la huelga general). Lo cual –advierto por mi parte- puede dar idea de cuantos votantes le quedan al PSOE, que ya lo veremos.
En vista de todo lo cual, y a fuer de testarudo y cabezón, me mantengo en mis trece, y el día 29 iré a trabajar salvo que Dios –que no Tocho, ni Cándido- disponga otra cosa, y confío que los piquetes muestren la debida docilidad que acostumbran sus amos, porque caso contrario nos vamos a ver en un lío.
Todos; ellos, y yo. Pero más ellos.
Finalmente se decidieron en junio (15/06 -- El País: UGT y CC OO convocan huelga general para el 29 de septiembre), pero la dejaron para finales de septiembre, no nos fueran a fastidiar las vacaciones. (16/09 – La Gaceta: Toxo preparó la huelga general en un lujoso crucero por el Báltico).
A primeros de septiembre empezaron a mover la cosa (8/09 – El periódico: Los sindicatos calientan la huelga general para evitar un fracaso; 8/09 – Público: Los sindicatos apuestan por “un huelgón” para el día 29; 8/09 – Diario de Burgos: Toxo admite que la huelga general resulta impopular y es una «gran putada»), pese a considerar que era una putada.
Era una putada porque ellos no querían ir contra el Gobierno (9/09 – La Gaceta: Toxo y Méndez, contrariados por los gritos de “¡Zapatero, dimisión!”), sino contra las nubes, que no saben a qué huelen, pero animan el paisaje. O como los artistas (21/09 – El País: Artistas y cantantes como Joaquín Sabina y Miguel Ríos, el actor Juan Diego o los escritores Almudena Grandes y José Manuel Caballero Bonald han firmado un manifiesto de apoyo a la huelga para, explican, alzar la voz “contra los especuladores y sus cómplices”), que firman lo que les echen, y a cuatro pezuñas, aunque no tengan muy claro que las leyes no las hacen los especuladores, sino los gobernantes que permiten campar a sus anchas a los especuladores; esto es, que son sus cómplices.
Porque para los sindicateros, la culpa de todo la tiene cualquiera menos el Gobierno (9/09 – Mi libre opinión: Sobre huelgones y huevones), así es que aunque no sepamos exactamente contra quien van, reúnen unos miles de liberados para instruirles (10/09 – Mano a mano (UGT): Vistalegre a rebosar: ¡Huelga general!), y lograr que haga huelga alguien más que ellos. Se las prometen muy felices (10/09 -- El Imparcial: Méndez vaticina que “más del 70%” de los trabajadores harán huelga), pero por si acaso preparan piquetes (11/09 -- La Razón: Las centrales sindicales preparan piquetes para parar el país), y tratan de animar hasta a los abuelos (16/09 – El Mundo: UGT exhorta a los abuelos a que no cuiden de sus nietos el 29-S).
Por último, se anuncia que la huelga será un exitazo, en el que participarán por lo menos la mitad de los socialistas (25/09 – El Plural: Un 50% de los votantes socialistas respalda la huelga general). Lo cual –advierto por mi parte- puede dar idea de cuantos votantes le quedan al PSOE, que ya lo veremos.
En vista de todo lo cual, y a fuer de testarudo y cabezón, me mantengo en mis trece, y el día 29 iré a trabajar salvo que Dios –que no Tocho, ni Cándido- disponga otra cosa, y confío que los piquetes muestren la debida docilidad que acostumbran sus amos, porque caso contrario nos vamos a ver en un lío.
Todos; ellos, y yo. Pero más ellos.
1 comentario:
claro que los sindicatos siguen bajo el poder del gobierno, esto es solo un teatro.
Publicar un comentario